La Asociación de Autónomos (ATA) advierte también de competencia desleal por parte de los comerciantes chinos.

La crisis está pasando factura a los extranjeros que trabajan por cuenta propia en nuestra Comunidad. En lo que llevamos de año ochocientos autónomos extranjeros han tenido que cerrar sus negocios. En enero había 6.538 inmigrantes cotizando en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), y en agosto, 5.738, según datos facilitados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y León.
Su presidenta, Soraya Mayo, señaló que el descenso de emprendedores inmigrantes en nuestra Comunidad es el doble que en el conjunto de España, y advirtió de que muchos de estos autónomos extranjeros regresarán a sus países de origen, lo que repercutirá en el rejuvenecimiento de la población castellano y leonesa, una de las más envejecidas de España. Y es que, el número de inmigrantes foráneos ha bajado en todas las provincias – especialmente en Segovia y Valladolid – , pero no así en Palencia y Soria, donde creció un siete y un uno por ciento, respectivamente.

Crece el número de chinos
Los búlgaros, rumanos y portugueses, que son los colectivos con mayor presencia en la Región, son los que más están padeciendo esta crisis. Por el contrario, ha crecido el número de trabajadores autónomos de origen chino. Se trata de un colectivo al alza, que ha crecido este año un 3,5 por ciento hasta alcanzar el 10, 5 por ciento de la población extranjera en la Comunidad y que, lejos de afectarle la crisis se está aprovechando y beneficiando de ella.
Un fenómeno que, para Soraya Mayo, viene motivado porque los chinos se autofinancian entre ellos y no acuden a los bancos o cajas a pedir un crédito, y porque hay vacíos legales de los que se están aprovechando. En este sentido, Mayo advirtió de que son muchas las quejas que ATA ha recibido de comerciantes indignados por la forma de trabajar de los chinos, a los que acusan de competencia desleal. La presidenta de los autónomos afirma que la mayoría de las quejas vienen por el tema de los horarios comerciales y porque muchos venden productos que no deberían al carecer de la licencia correspondiente para ello, lo que está haciendo mucho daño al comercio tradicional.  Para corregir este problema, Mayo pide una regulación de los horarios y más inspecciones de trabajo.
Por otra parte, el informe refleja también que la Construcción ha sido el sector más castigado, con un descenso del 25,7 por ciento de autónomos  extranjeros. Por el contrario, el estudio pone de manifiesto una mayor cualificación en los inmigrantes , ya que ha aumentado el número de autónomos extranjeros que trabajan en actividades científicas y técnicas, así como en información y comunicación.