La inspección de Trabajo e Inmigración que irrumpió este viernes en el III Festival Internacional de Danzas Árabes de Santomera, Bellysan, está dando mucho que hablar. Ricardo Giner, bailarín y promotor de este acto, defiende la legalidad del mismo y manifiesta su asombro ante la actuación de los inspectores. «Fue surrealista. La primera vez que me ocurre», explicó a La Verdad.

Andrés Otón, asesor legal de Giner, explicó ayer que todos los artistas y bailarines de origen extranjero invitados, llegados desde Argentina y Egipto, habían pasado todos los controles preceptivos en el aeropuerto. Además, en el caso de algunos de ellos se contaba con la doble nacionalidad español.

Otón firma no entender la búsqueda de permisos de residencia y trabajo en España entre el reparto del festival mucho más «teniendo en cuenta que fueron invitados sólo para el espectáculo y que no estaban realizando una actividad continúa en el país».

Además, «Ricardo cumple su alta y pagos de autónomos, declaraciones trimestrales» subrayó Otón, por lo que también queda, a su entender, disipado el móvil de anomalías contractuales como detonante último de la inspección. Éste defiende que, «por la forma de actuar ellos buscaban algo malo, me huele que han ido por una denuncia de un tercero».

Pide explicaciones

El alcalde de Santomera, José María Sánchez, declaró ayer a La Verdad que «en 31 años nunca había ocurrido esto. La Delegación del Gobierno o el servicio de inspección deberían aclarar quiénes son las personas o colectivo que han querido romper la tranquilidad de unas fiestas que son de los santomeranos».