Se convierte en la frontera más problemática de toda la UE Atenas / Samos

Buba reside en Grecia. El callo de sus manos no desaparece. El peso de la mochila con los bolsos falsificados que vende sobre una manta en el centro de Atenas lo hace imposible. La voz cansada de este senegalés es como la de los cerca de 150.000 sin papeles y solicitantes de asilo que llegaron a la tierra de los dioses en 2008. El país, frontera asiática de la UE, se ahoga por el caos de la inmigración irregular.

La presión migratoria crece a un ritmo imparable. En los seis primeros meses de este año, las autoridades detuvieron a 57.000 personas, más del total de los que lograron llegar en 2004. Esto le coloca a la cabeza de la UE en el número de interceptaciones, en la frontera más problemática de la Unión. La mayoría procede de Pakistán, Afganistán, Irak o Turquía y del norte de África.

Buba pagó 1.200 euros para cruzar desde la costa turca a la isla griega de Kios. Tras ser detenido mintió, dijo ser somalí para pedir asilo político. Tiempo después le concedieron una residencia temporal para refugiados. Afirma que lo peor es que nadie le contrata: «Sólo podemos vender. La Policía nos persigue, nos pega», denuncia.

Al Gobierno del conservador Kostas Karamanlis, en plena campaña elecotal, le llueven denuncias desde organizaciones pro derechos humanos sobre brutalidad policial, repatriaciones ilegales e ineptitud ante el problema. El secretario general del Ministerio del Interior, Patroklos Georgiadis, reconoce el hacinamiento y las condiciones de insalubridad en los campos de detención de inmigrantes, a los que llama «centros de acogida especial».

La visita a uno de esos recintos, cárceles a todas luces, estremece. Todos están saturados y hay una inquietante presencia de menores. En 2008, los guardacostas griegos informaron de la llegada de 2.648 niños no acompañados. El director de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex), Ilkka Laitinen, reconocía a la agencia Efe que prevén el aumento de este tipo de inmigración, pues los menores son más rentables porque no son repatriados.

La falta de recursos y quizás de voluntad política hacen que cada día crezcan más asentamientos de ilegales. En Atenas, hay bloques de pisos en los que se hacinan quienes están en el limbo burocrático.

Por todo ello, la Comisión Europea está preparando nuevas políticas de inmigración para octubre.

elmundo.es

Vídeo: Vea el drama de la inmigración en Grecia.