Trabajadoras del hogar vascas denuncian su falta de derechos
Deia, 26-09-2009Bilbao. Por lo general, en las empresas privadas del País Vasco y del Estado, las mujeres cobran un 20% menos que sus compañeros, mientras sus expectativas laborales suelen ser también inferiores a los varones. Esta discriminación se hace aún más dolorosa en tareas feminizadas como, por ejemplo, el empleo doméstico.
La Asociación de Trabajadoras del Hogar denunció ayer que sus derechos se vulneran “todos los días y a todas horas y que siguen sufriendo unas condiciones injustas que están avaladas por una administración que les ningunea.”
En rueda de prensa en Bilbao, Pilar Gil, miembro de la Asociación exigió una reforma en la ley para que sean “tenidas en cuenta” y criticó a los sindicatos, CC.OO. y UGT “por dejarnos siempre de lado en todas las negociaciones”.
En todo el Estado sólo hay dadas de alta en la Seguridad Social alrededor de 300.000 trabajadoras del hogar, y diferentes encuestas revelan que el número real es de aproximadamente un millón, lo cual refleja el nivel de economía sumergida, que es amplísimo.
Las trabajadoras constataron que el Real Decreto 1424/1985, de 1 de agosto, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar permite que los contratos sean tanto escritos como orales, por lo que no pueden demostrar “los abusos de sus jefes”.
Liz Quintana, perteneciente también a la asociación, manifestó que “una vez más” el Instituto Nacional de Estadística deja a las trabajadoras del hogar fuera de la Encuesta de Estructura Salarial, que da detalle de los salarios de quienes trabajan por cuenta ajena en diferentes actividades económicas y ocupaciones. Por tanto, “como el trabajo doméstico por cuenta ajena no entra en el campo de la encuesta”, Quintana explicó que han sido “ellas mismas”, con datos aportados por distintas asesorías a las que acuden trabajadoras del hogar, las que han hecho su propio estudio.
Los datos obtenidos, “a través de 142 afiliadas a la Seguridad Social”, ponen de manifiesto “el aumento de las trabajadoras inmigrantes, que por primera vez superan en número a las afiliadas autóctonas y el incremento en el número de mujeres en situación irregular, que además ni tienen vacaciones, ni las disfrutan ni se las pagan, ni pagas extras”. El 71% de las trabajadoras a tiempo completo tienen una jornada superior a las 40 horas semanales y, de ellas, casi un tercio tienen jornadas de más de 60 horas semanales; un 42% de las trabajadoras tiene un salario inferior al salario mínimo interprofesional correspondiente a la jornada de trabajo realizada.
En lo que a las trabajadoras internas se refiere, el cien por cien realiza una jornada de trabajo que supera las 10 horas diarias. Su salario medio es de 845 euros mensuales y el 70% no tiene nada de descanso diario. Más de la mitad no están en la Seguridad Social, el 78% por estar en situación irregular y las restantes no lo están a pesar de tener papeles y realizar una jornada que exige el alta. >DEIA
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