Rebaja penal

El Correo, PABLO MARTÍNEZ ZARRACINA, 26-09-2009

Quizá recuerden el caso de Alaji Mbengue, el senegalés residente en Bilbao que fue detenido con una mochila llena de discos y películas piratas. Lo que le ocurrió a continuación fue paradójico: pese a que la Justicia es ciega, a él le acertó de lleno. Resumiendo: le multaron, le condenaron a indemnizar a la SGAE, le recetaron una orden de expulsión y le terminaron metiendo en la cárcel. Un poco más y le encierran en el castillo de If, que no es la mansión del propietario de una conocida cadena de perfumerías, sino la fortificación donde enchironaron al Conde de Montecristo.

Entre nosotros el caso de Mbengue sirvió para ponerle rostro a una situación que colectivos de inmigrantes , juristas e incluso de artistas llevaban tiempo denunciando por exagerada. A estos grupos les parecía un exceso que un ‘mantero’ – sin duda el eslabón más débil en la cadena del pirateo musical y fílmico – pudiese ser condenado hasta a dos años de cárcel y a multas de hasta tres mil euros. Aunque parezca raro, uno de estos vendedores callejeros podía comerse un marrón superior al de, por ejemplo, alguien que condujese un coche de un modo levemente imprudente y acabase con los días de un semejante que pasaba por allí silbando una tonadilla libre, en principio, de derechos de autor.

Las protestas ante este despropósito eran ascendentes y ahora la Audiencia de Vizcaya va a dejar de interpretar la venta en el ‘top manta’ como un delito penal. Entre otros argumentos, los jueces aducen que no es el vendedor quien lleva a cabo la falsificación del producto, sino sus superiores en las borrosas jerarquías de las mafias. Nuestra Audiencia es la primera de España en tomar una medida de este estilo y muy probablemente no será la última. Veremos cómo sienta este cambio de rumbo en los altos despachos de la SGAE.

A la espera de conocer exactamente la argumentación de los jueces, en la sociedad de autores recuerdan que el ‘top manta’ atenta contra los derechos de los creadores. Bueno, se están haciendo los duros. Incluso ellos llevan tiempo insinuando por lo bajini que la cárcel podría ser demasiado para los ‘manteros’. Y luego dicen que no tienen corazón. ¿Estará registrada la palabra ‘corazón’?

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