vitoria. La violencia gratuita se ha hecho un hueco en la sociedad. Y lo ha logrado sin excesivo ruido hasta el punto de que los sucesos más espeluznantes cohabitan sin rubor con el día a día de los vecinos de la capital alavesa. Progresivamente, Policía Local y Policía autonómica se han topado en sus investigaciones con casos capaces de poner los pelos de punta al mal pintado y en los que elementos como las navajas nutren los expedientes que llegan ante la Fiscalía y los jueces con posterioridad. En ese contexto se enmarca el siguiente relato, que cuenta como un joven, poco sujeto a normas y condicionantes o sujeto del todo, decidió sembrar la noche gasteiztarra de terror. Primero, intentó violar a una mujer a la que robó un bolso. Después, dejó en el hospital a su siguiente víctima, a la que reventó varias venas de varias cuchilladas en un intento de atraco de lo más sanguinario. Sus fechorías, sin embargo, no fueron a más ya que varios agentes de la Ertzaintza lograron dar con él y ponerlo a buen recaudo hasta que un magistrado decida qué pena merece.

El arresto tuvo lugar en la madrugada de ayer en el centro de la capital alavesa, lugar de operaciones del presunto atracador y navajero. El caso es que, según confirmaron fuentes del Departamento vasco de Interior, el presunto delincuente primero intentó abusar de una mujer, a la que agredió y sustrajo el bolso. Posteriormente, no contento con sus logros, asestó una cuchillada de carácter grave a un hombre, al que también intentó atracar.

Una vez avisados del reguero de dolor que había causado el posteriormente detenido, los ertzainas encontraron al agresor escondido en un contenedor de basuras.

Al parecer, el arresto se fraguó en el nexo que mantienen la Ertzaintza y la Policía Municipal de Vitoria. Ambos cuerpos tenían constancia de los hechos desde las tres y cuarto de la madrugada, cuando una mujer llamó por teléfono pidiendo ayuda tras haber sido agredida en una calle céntrica. Según explicó, un joven se le había acercado cuando esperaba un taxi y la había agarrado, tapado la boca y bajo amenazas la había obligado a dirigirse a un portal, con intención de agredirla sexualmente. Ante su resistencia, el agresor la tiró al suelo y la propinó varias patadas y puñetazos, la robó el bolso y salió corriendo. La víctima, que presentaba varias heridas en el rostro y una brecha en la cabeza, fue trasladada a un centro sanitario.

Poco después, la Ertzaintza tenía conocimiento de que un varón de 52 años se encontraba tendido en la acera de una calle próxima a la de la agresión anterior, con una herida de arma blanca en el costado izquierdo y otra en el cuello. Una ambulancia le trasladó a un centro hospitalario donde fue operado de urgencia. Al parecer, el motivo de la agresión había sido un intento de robo a cargo del mismo delincuente.

Con antecedentes e irregular Ante tales evidencias, ambos cuerpos establecieron un dispositivo conjunto de búsqueda y localizaron al presunto autor de ambas agresiones, escondido en un contenedor de basuras. Al proceder a su detención los ertzainas le encontraron una navaja con restos de sangre, un cuchillo y un destornillador con los que, al parecer, llevó a cabo las agresiones. El arrestado, con antecedentes por robo con fuerza y en situación irregular en el país, fue trasladado a dependencias policiales hasta que un juez le requiera.