LA REGULACIÓN DE LA INMIGRACIÓN / La persecución a los indocumentados

Ordenan a los policías de Madrid que detengan a más 'sin papeles'

El Mundo, FERNANDO LÁZARO, 24-09-2009

Los agentes detectan que la gran mayoría ya está pendiente de expulsión Madrid


Palotes y más palotes. Exigen más inmigrantes sin papeles detenidos y les responden que ya no quedan, que están casi todos fichados.


Algunos mandos policiales están decididos a hacer méritos a base de aumentar las estadísticas de detenidos sea como sea. Y entre sus prioridades, de nuevo, los inmigrantes en situación irregular. Ya a principios de año saltó la polémica al destaparse que desde el Ministerio del Interior se habían fijado cupos para detener a sin papeles. Cada zona policial tenía que detener a un número determinado de indocumentados cada mes.


Inicialmente, el escándalo se centró en la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Pero, posteriormente, fueron apareciendo nuevos datos que dejaban constancia de que las órdenes afectaban al resto de jefaturas policiales de España. Cada una tenía un cupo diferente, fijado por sus superiores.


Desde Interior se intentó calmar la tempestad mediática por activa y por pasiva. Se negó la mayor, se desmintió que existiera una caza policial al inmigrante… Pero la polémica sigue viva.


La semana pasada, el jefe superior de Policía de Madrid recriminó a varios de sus subordinados el descenso en el número de inmigrantes detenidos. En una de las reuniones habituales de control, el comisario Carlos Rubio tiró de las orejas a sus subordinados. Las estadísticas policiales no eran buenas. Bajaban los detenidos y Rubio (un hombre exigente con sus subordinados) apretó a sus mandos para que se pusieran las pilas.


Según explicaron a EL MUNDO varios de los asistentes, Rubio exigió que sus hombres aumentaran el número de actuaciones. Les pidió que ordenaran la detención de los que cometieran faltas, y no sólo de los que perpetran delitos. Las detenciones por faltas no se realizan nunca, se les toma la filiación y los datos, pero no son llevados a dependencias policiales.


El malestar de los presentes aumentó cuando el jefe superior de Policía comenzó a mostrar una presentación de diapositivas con gráficos de barras en los que se pormenorizaba mes a mes la evolución del número de los detenidos como consecuencia de infracciones de la Ley de Extranjería. El comisario Rubio mostró cómo durante varios meses, las capturas de sin papeles habían ido en aumento en la comunidad madrileña. Pero destacó que durante los dos últimos, esas detenciones habían disminuido claramente. Y, según explicaron estas fuentes, pese a la negativa de Interior de que exista una mayor precisión policial sobre este colectivo de inmigrantes, el comisario exigió a sus subordinados que se volviera a invertir la tendencia. Según estas fuentes, el jefe superior insistió en que había que acorralar a los que no tienen documentación. Según estas fuentes, Rubio recordó que están en España irregularmente incumplen la ley y la Policía no debe mirar hacia otro lado.


Pero los asistentes no tenían muy claro que la presión sobre los inmigrantes ilegales pueda aumentarse en Madrid. Como recordaron a EL MUNDO las citadas fuentes, durante las últimas fechas, cada vez que los agentes de la Policía identifican por las calles a inmigrantes, en la mayoría de los casos éstos ya les muestran sus órdenes de expulsión, lo que demuestra que ya habían sido detenidos y que estaban apurados todos los trámites administrativos. En esa situación, los agentes de la Policía no pueden hacer nada más. Estos inmigrantes están pendientes de la resolución administrativa para ser expulsados.


Pero el jefe de Madrid niega la mayor. Fuentes de la Jefatura aseguraron que Rubio no ha ordenado presionar a los sin papeles. En la reunión (una más de las operativas habituales), sí urgió a actuar contra delincuentes. Según estas fuentes, el jefe de Madrid en ningún momento se refirió a los inmigrantes ilegales y sí mostró diapositivas sobre la evolución de la criminalidad en las zonas de Madrid, pero no sobre la bajada de detenidos sin papeles.


¿CUESTIONADO?


Un mando con mucho carácter


Carlos Rubio no deja indiferente a nadie. Aterrizó en Madrid y apretó las clavijas a todos sus subordinados. Quería resultados rápidos y con contundencia. Esa exigencia laboral, para unos, es positiva y permite crear una comunidad más segura; para otros, sólo sirve para que el jefe superior «gane galones» de cara a una carrera policial muy ambiciosa. Estos últimos sostienen que el jefe superior quiere utilizar su actuación en Madrid para asaltar cotas más altas de poder en el seno del Cuerpo Nacional de Policía.

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