MADRID (DPA). La actividad de las bandas latinas vuelve a preocupar en España, particularmente en Madrid, donde este fenómeno, desconocido hasta hace unos años está más extendido.

En 2007, la presión policial hizo que los delitos cometidos por estos grupos se redujeran de forma significativa, pero desde 2008 se está produciendo un repunte, según advierte un informe que la Fiscalía General del Estado acaba de publicar.

El documento detalla que la banda más activa en la actualidad son los Dominicans Dont Play (DDP), pero que también pandillas como los Latin King y los Ñetas han vuelto a una frecuente actividad criminal.

Además han reaparecido en Madrid los Trinitarios, un grupo que estuvo prácticamente inactivo en los pasados años, y se ha detectado una banda nueva, denominada My Family, cuya estabilidad y permanencia debe ser objeto de observación.

El año pasado, la policía arrestó en Madrid a 114 jóvenes pertenecientes a bandas latinas, de los que 32 fueron enviados a prisión. La mayoría de ellos pertenecía a los DDP, seguidos de miembros de los Ñetas.

Suben los más jóvenes

La fiscalía señala que, una vez detenidos los antiguos jefes o reyes, así como sus lugartenientes, el liderazgo de estas bandas lo asumieron los miembros más jóvenes, que estaban en el tercer escalón de la jerarquía.

Así lo demuestra un crimen que conmocionó a Madrid recientemente: a finales de agosto, Isaac Natanael, de 17 años y considerado como jefe intermedio de los DDP fue asesinado a balazos en plena calle por un compatriota dominicano de la misma edad, de los Trinitarios" .

Según la policía, los DDP, surgidos en los años 90 en Nueva York, cuentan con unos 500 miembros en Madrid y sus alrededores, mientras que los Trinitarios suman ya 150 jóvenes. Ambos grupos están formados por dominicanos llegados en los últimos años o que nacieron en el país como hijos de inmigrantes que ya llevan más tiempo en España.

Han matado a siete

En total, los investigadores estiman que unos mil adolescentes forman parte en Madrid de alguna de estas bandas, a las que se atribuyen al menos siete asesinatos desde 2005, el año en que este fenómeno surgió con fuerza. Después de los DDP, los más numerosos son los Latin King y los Ñetas, formados en buena parte por ecuatorianos y colombianos.

La estructura de estos grupos es muy similar: tienen una jerarquía piramidal y cobran a sus miembros una cuota que los jóvenes consiguen con robos y atracos.

La violencia es también la forma de ir ascendiendo en el escalafón. Lo que también tienen en común todas estas bandas es que están formadas por jóvenes con escasa formación y con una elevada cuota de abandono escolar, según un reporte difundido por la prensa española.

Los integrantes de las bandas pertenecen a familias desestructuradas en las que los padres suelen trabajar durante muchas horas fuera de casa. A veces, es la madre la que está a cargo de la familia, ya que el padre sigue en el país de origen.