XABIER BARRENA
BARCELONA

Hay un Raval que va más allá de un grupo de nigerianas explotadas que mercadean con su cuerpo. Ese fue el mensaje que la fundación Tot Raval lanzó ayer para el buen entender de la sociedad en general y de políticos –ajenos al bipartito municipal– y medios de comunicación en particular. Más de 120 personas y asociaciones –entre ellas las 59 que forman parte del patronato de Tot Raval– presentaron ayer al alcalde Hereu un manifiesto reivindicativo en el que se pide que se proyecte una imagen más «ajustada» del barrio barcelonés y una «mayor atención de las administraciones» y «más responsabilidad» a los partidos y medios de comunicación.
La entrega del manifiesto tuvo lugar en la sede del CIDOB, un think tank de relaciones internacionales muy ligado al PSC. Entre los patronos de la fundación se hallan, además del propio CIDOB, la asociación de comerciantes de la Rambla, el Casal dels Infants, la asociación de comerciantes de la Boqueria, el FAD, el Institut d’Estudis Catalans, entre otras, y, a título individual, la directora general de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, la exconcejala de Ciutat Vella Katy Carreras-Moysi Carles-Tolrà y la propietaria del restaurante Casa Leopoldo, Rosa Gil, también entre otros.
El manifiesto, que fue leído por el presidente de Tot Raval, Rafael Vilasanjuan, tras dar fe de la «evolución extraordinaria» del Raval en los últimos 20 años y del impacto «generalmente positivo» de las sucesivas olas migratorias llegadas al barrio desde principios de este siglo, admite que hay realidades «negativas» que acaparan los focos de la atención pública. Incluso señala una posible causa de estas realidades: «probablemente (..) se hayan invertido más recursos en la mejora física del barrio que en el trabajo social y la cohesión». Un dardo a las políticas de gobiernos municipales pasados y un espaldarazo al actual, que ha hecho de los temas sociales en emblema del mandato.

PREJUICIOS DE LOS MEDIOS / «Lamentamos –sigue el manifiesto– la persistencia de una visión tópica y cargada de prejuicios sobre el barrio». Y, dirigiéndose a los medios, señala: «Nos preocupa que solo se ilumine el Raval con el foco de las noticias negativas y exageradas, sobre la degradación y la conflictividad».
El manifiesto de las entidades también se dirige a los políticos, a un doble nivel. Por un lado, en un nuevo gesto hacia Hereu, se afirma que los vecinos, amigos y comerciantes del Raval no asistirán pasivamente a contemplar «cómo el barrio se convierte en el plató de la supuesta degradación de la ciudad»
Ya en el apartado de las peticiones, Tot Raval hace suya la principal reivindicación del alcalde, la misma que le valió un pescozón por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un primer momento: «Reclamamos que las administraciones públicas impulsen reformas legislativas para combatir los problemas sociales que siguen presentes en la ciudad».

UNA NUEVA ETAPA / Hereu acusó recibo del manifiesto y señaló que el escrito es «el inicio del proceso de trabajo para afrontar la nueva etapa del Raval» y que se «vivirán meses de debate sereno sobre el barrio». Reconoció el alcalde que las imágenes de prostitución en las calles «no pueden negarse», así como que el trabajo realizado para evitar la ocupación del espacio público por parte de las meretrices «evidentemente no ha ido suficientemente bien».