Familiares del inmigrante ecuatoriano José Sucozhañay, asesinado el 7 de diciembre del 2008 en Brooklyn por motivos raciales, y miembros de organizaciones pro inmigrantes se quejaron  de la lentitud con que se maneja el juicio contra los acusados Keith Phoenix y Hakim Scott.

Los presuntos asesinos comparecieron el pasado martes en la Corte Criminal de Brooklyn, pero fue poco lo que se pudo avanzar en cuanto a la determinación de responsabilidades en la muerte del inmigrante ecuatoriano.

Luego de varias exposiciones de los abogados de las partes, el juez señaló el próximo  9 de noviembre para una nueva comparecencia.

La escasa actuación del juez para acelerar el proceso motivó la reacción de Diego  Sucozhañay, hermano de la víctima, quien aseveró que el asesinato de su hermano tuvo al principio alguna repercusión en la prensa, pero que a estas alturas el tema parece ir quedando en el olvido.

Su posición tuvo el respaldo de Joselo Lucero, cuyo hermano, Marcelo Lucero, también fue asesinado el noviembre del 2008, en Patchogue, Long Island, por odio racial. “Lo que dice Diego es verdad. Queremos una acción rápida de la justicia, que no se olviden estos crímenes y que cesen las agresiones”, enfatizó.

Walter Sinche, de Alianza Ecuatoriana Internacional, comentó que “el juicio marcha demasiado lento. No queremos que pase lo mismo que con el asesinato de Luis Ramírez en Pensilvania”.

Ramírez, inmigrante mexicano, fue victimado por tres jóvenes blancos que lo golpearon con bates de aluminio sin que medie provocación alguna y solo por su apariencia hispana. Los criminales fueron sentenciados a penas que están entre los 18 y 23 meses de prisión.

 Sucozhañay apeló al Gobierno de EE.UU. y a las autoridades de Nueva York para impulsar el proceso y pidió a las organizaciones comunitarias no dejar de vigilar la conducta de los jueces. También pidió a la comunidad ayudar a los hijos de su hermano asesinado mediante donativos, que pueden hacerse en la cuenta que figura en la página de internet.

Huérfanos
José Sucozhañay dejó dos hijos huérfanos tras su asesinato. Un niño de 10 años y una niña de 5, quien padece  síndrome de Down.

Cuenta en la web
Su familia aperturó en un banco de Estados Unidos una cuenta para recibir donaciones, la que está disponible en la página web www.sucuzhanay.com.