Dos historias de inmigración canónicas y audaces

La Vanguardia, , 21-09-2009

En la programación de este festival hay mucha preocupación por viejos cánones y nuevos lenguajes, y muchas películas proponen una severa revisión de conceptos. Este loable y generoso esfuerzo de ensanchar la gramática cinematográfica conduce a veces al espectador a una emboscada entre el acto fallido y la buena voluntad, y lo cohíbe ante la siempre intimidatoria posición del artista, pues acaso desentenderse de los meditabundos juegos narratológicos sea tomado por simple y llana ignorancia. No ocurre así con dos propuestas disímiles sobre la inmigración entre México y Estados Unidos: Sin nombre,del norteamericano Cary Joji Fukunaga (sección Horizontes Latinos), cuenta el hostigamiento a manos de las maras (violentas bandas juveniles) que sufren los centroamericanos que cruzan México aupados en trenes de mercancías, una cinta que se aquieta a los rigores de la road movie.Como Norteado,de Rigoberto Perezcano (Zabaltegi), rotundo relato minimalista de la peripecia de un mexicano varado a los pies de la valla fronteriza, cuya única licencia es la economía narrativa.

Tampoco hay coacción artística en Campanella, y por eso en el intenso aplauso que se le rindió había mucho de alivio y reconciliación.

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