Lo más probable, auguran las ONG, es que los supervivientes terminen malviviendo en la frontera de Marruecos con Argelia, junto a los cientos de inmigrantes que, tras el largo viaje de miles de kilómetros a través de África, esperan una señal de las mafias para entrar en España. Ayer, los siete hombres y las cuatro mujeres rescatadas con vida del naufragio en las inmediaciones del islote de Perejil, en el que murieron al menos ocho personas, comparecieron ante el Tribunal de Primera Instancia de Tánger, en espera de que el juez decida qué hacer con ellos.

No es menos incierto el futuro de los demás, en torno a los entre 20 y 40 subsaharianos que se hundieron con la embarcación, entre ellos varios bebés y embarazadas, según el testimonio de los supervivientes: seguirán perdidos en las aguas del Estrecho. “No hay muchas esperanzas de encontrarlos con vida”, aseguraron fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta, que añadieron que las labores de búsqueda continuarán hasta hoy con la ayuda, además, de un patrullero de la Armada española. Las de ayer no dieron ningún resultado, pero evitaron quizá otro naufragio. Salvamento Marítimo localizó en la misma zona una patera con ocho subsaharianos, todos mayores de edad y en buen estado de salud, según fuentes de la Guardia Civil. Los inmigrantes fueron entregados también a las autoridades marroquíes al encontrarse todavía en sus
Huida desesperada

El desconocimiento de estas personas de lo que está ocurriendo en el Estrecho es tan evidente que hasta se encaminan directamente a las zonas donde más policía hay en su intento desesperado por alcanzar España. Hasta el momento, el dispositivo de búsqueda de la primera patera ha recuperado ocho cadáveres: un hombre y siete mujeres, una embarazada. Todos permanecen en el tanatorio de Tánger. Según el forense, las víctimas tenían entre 18 y 27 años y, antes de proceder a su autopsia, se les ha practicado pruebas de ADN y otros reconocimientos, como fotos de tatuajes o marcas, para su identificación.

Es posible que en el naufragio hayan perdido la vida familias enteras

No obstante, y debido a que habitualmente las familias no reclaman los cuerpos, las Hermanas de Calcuta y Cáritas Parroquial ya han confirmado que se harán cargo del entierro de las víctimas que no sean solicitadas. Es posible, además, que en el naufragio hayan perdido la vida familias enteras.

Según algunos supervivientes, la patera era pilotada por uno de los inmigrantes que iba a bordo y estaba masificada. En total, puede que la cifra ascendiera a unas 60 personas. Será Marruecos, en cualquier caso, quien investigue las causas del naufragio, que pudo deberse al choque con un barco.