Ocho inmigrantes murieron ayer y al menos veinte desaparecieron al naufragar una patera en aguas del Estrecho próximas a Ceuta. Salvamento Marítimo y la Guardia Civil consiguieron rescatar con vida a once ‘sin papeles’, todos ellos adultos y de origen subsahariano. El naufragio tuvo lugar en aguas marroquíes y fueron los propios ocupantes de la embarcación quienes alertaron de que estaban a la deriva.

El suceso tuvo lugar sobre las 7.00 horas. Efectivos de Cruz Roja en Cádiz recibieron una llamada telefónica de uno de los pasajeros de la embarcación neumática que alertaba de que estaban a la deriva, frente a un lugar impreciso de la costa, y daba como única referencia un faro y un espigón. Rápidamente se movilizó un dispositivo conformado por unidades de Cruz Roja, de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil, que lograron localizar la embarcación una hora y media después en aguas marroquíes, cerca del islote de Perejil y a un kilómetro de la costa de Ceuta.

Los servicios de rescate españoles consiguieron sacar del agua los cadáveres de ocho de los pasajeros, siete de ellos mujeres de menos de 25 años y al menos cuatro embarazadas, según explicaron los participantes en las labores de auxilio.

A salvo

Asimismo, fueron localizadas con vida otras once personas, todas ellas adultas y entre las que había otras cuatro mujeres, según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta. Tanto los cadáveres de los náufragos como los supervivientes fueron trasladados por mar hasta el puerto de Tánger, donde fueron entregados a la Marina Real marroquí, dado que el naufragio, cuyas causas aún se desconocen, se produjo en aguas de su jurisdicción. Según explicaron los náufragos a los equipos de rescate, la patera zarpó el jueves por la noche de la costa marroquí. A bordo viajaban unas 40 personas, entre ellos varios menores, por lo que la cifra de desaparecidos podría ascender a 20.

En las labores de rescate, que continuarán durante la jornada de hoy, participaron casi un centenar de personas con varias embarcaciones y helicópteros. En los trabajos se peinó toda la costa marroquí y de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Algunos de los participantes en el rastreo relataron que, según los supervivientes, su destino no era Ceuta, como se pensó en un principio, sino las costas de Cádiz, donde les esperaban varios familiares. Esto hace pensar que el percance pudo deberse a la impericia de los patrones.

Además de a Cruz Roja, los inmigrantes alertaron con sus móviles a otros compatriotas que se encontraban en Marruecos. Los supervivientes explicaron que la embarcación estaba previsto que saliera con 60 personas.