Tránsitos

SEIS PREGUNTAS

El Mundo, MIGUEL ÁNGEL MELLADO, 20-09-2009

¿ÁNIMO, DE VERDAD, ZAPATERO?


SÍ. ¿En serio? Que sí. ¿Pero a qué viene a estas alturas, cuando se está quedando más sólo que la una: en su partido, en su Consejo de Ministros, en su País de Prisa? Quizás por todo esto le doy ánimos, por caridad cristiana, que se decía antes. Entendiendo por caridad su valor etimológico del latín: caritas, amor. Y si el amor empieza por uno mismo, yo, por egoísmo, no quiero un presidente del Gobierno noqueado, hundido, y deprimido, lo cual, unido a su inveterada actitud entre cándida y frívola, es una mezcla explosiva. Y si ser cristiano es estar con el débil, ¿hay ahora alguien más débil y necesitado de ánimos que Zapatero? Hasta su fiel escudera y vice Fernández de la Vega se ha atascado y han tenido que operarla de urgencias. Si ZP sigue así, con una lista de deserciones que crece como las colas del paro, pronto será un trasunto del Adolfo Suárez de la Transición, víctima de sus sueños e incapacidades. «Lo agotador es que soy responsable de todas mis responsabilidades», dice un personaje de Engaño, la última novela de Philip Roth. Esta semana, España aparece y parece más antizapatera que nunca desde que los medios de Prisa (El País, la Ser, Cuatro, C+…) han recibido la orden de girar 180 grados sus cañones y encararlos contra La Moncloa. La TDT de pago, perjudicial para los intereses de la casa de Cebrián, el otrora rey barbado, se ha transformado en TNT. Todo lo que antes era bueno, ahora es malo; lo que antes se callaba, ahora se airea. ¡Menudo rigor informativo! ZP ha sido y será mientras dure un mal presidente pero no una mala persona. (Un tonto jodió un pueblo, decía mi padre). Perdón, si es que hay algo que perdonar, pero yo estoy de acuerdo con Zapatero en que en estos tiempos difíciles ha de primar la solidaridad de quienes tienen más con quienes tienen menos o, simplemente, no tienen nada. Si yo fuera ZP me bajaría el sueldo el 50%, para dar ejemplo y pagar mínimamente mi responsabilidad en este pequeño gran caos económico nacional.


¿CAMBIEMOS LAS REGLAS?


SÍ, también tiene que ver con la solidaridad; en este caso, con la insolidaridad. Denuncia Niall Ferguson en Newsweek (no sé quién es pero seguro que no es comunista) la doble vara de medir en EEUU con las víctimas del hundimiento económico. Hay como dos leyes: si tú eres un trabajador y te quedas sin trabajo y no puedes pagar la hipoteca, te quitan la casa y puedes acabar en chirona. Pero si el banco, por ejemplo Citigroup, pierde 27.700 millones de dólares, el Gobierno Federal pone en su mano 45.000 millones de dólares para evitar el desastre. En España pasa igual. Solidaridad a la inversa. El ejecutivo mejor pagado entre los 100 valores de la Bolsa de Londres gana 1.374 veces más que la media de sus empleados. ¿Es esto solidario? Cherie Blair, la esposa de Tony, se ha gastado 300.000 euros en muebles antiguos para su casa de siete millones. ¡Menuda la laborista! Mientras, en ese otro mundo donde sólo se aspira a poder comer una vez al día, ya hay 1.000 millones de hambrientos.


¿PERO TIENE ESTO SOLUCIÓN?


NO lo creo. Sobramos muchos. Cada vez somos más y se necesita menos gente para que el mundo malfuncione. Facebook, empresa modélica con 300 millones de usuarios, está en beneficios porque sólo tiene 900 empleados. Si compras un televisor por Internet puedes ahorrar hasta el 40%. Pero, ¿dónde acabarán los empleados de grandes y pequeños comercios si todo lo hacemos por el teclado? En fin, no me hagan caso: con la revolución industrial y las máquinas se decía lo mismo y sobrevivimos más de dos siglos.


¿DOCTOR, ME PASA ALGO?


SÍ, estoy a punto de preguntarlo cuando ojeo Interviú y en vez de fijarme en el par de ojos de la chica me concentro en sus uñas de los pies, largas y cuidadas. Tras tan confusa desviación, cae en mis manos un informe de la Universidad de Carolina sobre la importancia de las uñas. ¡Menos mal! Ya entiendo mi reacción. ¿Sabían que nos crecen un 25% más que hace 70 años? Las de los pies se estiran dos milímetros al mes; las de las manos, 3,47 en el mismo tiempo. ¿Que para qué sirve esto? Para nada: la nada es el paraíso en tiempos de cuitas.


¿DURMIENDO CON LA AUTORIDAD?


SÍ, es la última experiencia de los consortes de profesores/as. Y da miedo, miedo porque se ponga de moda pegar a la autoridad. Para que esto funcione debemos crear escuelas especiales para padres.


¿MOHAMED, NOMBRE COMÚN?


SÍ, en Gran Bretaña es el tercero más popular. En Europa la población musulmana se ha doblado en los últimos 30 años. Los musulmanes mantienen sus nombres en sus hijos en los países occidentales donde viven; no ocurre con otros inmigrantes , que adoptan los del lugar. Los musulmanes no se integran ni en Inglaterra ni en España. ¿Qué se puede hacer? Primero, no hacer de los colegios públicos un gueto. Max Hasting propone que les convenzamos de la superioridad de nuestras costumbres para que se integren. Titánica labor. No nos servirá las teles de la tarde. Ver para no creer. ¡Qué cosa! ¿De verdad somos tan zafios? miguel.a.mellado@elmundo.es

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