Miño emociona en España
El Universo, 19-09-2009Fausto Miño es un artista dispuesto a poner a prueba en España un ego acostumbrado al éxito en tierras patrias. El buen verso, la buena música, esos retazos de vida en estado puro que ha convertido en canciones empiezan a ser difíciles de sustituir en la memoria emocional de sus seguidores en el país europeo (latinoamericanos, principalmente).
La noche del domingo anterior, Miño se sintió en casa. Jamás imaginó que los asistentes al concierto (alrededor de mil personas) con el que se clausuró la feria Enlaces, en Madrid, pudieran corear las letras de cada uno de los temas que componen su biografía sonora. “Es una señal de que España es territorio fértil”, añade el “serracosteño”. Su propósito, explica, “no es crecer solo en número, sino que este espíritu de familia se mantenga”.
Miño es el primer artista ecuatoriano que consigue que una disquera multinacional –Universal Music– coloque su trabajo en los escaparates de las tiendas de discos de las principales ciudades españolas.
La compañía no da cifras del número de álbumes de Yo soy vendidos desde finales de junio, pero su música suena y eso se nota cuando sencillos como Algo así o Usted es hermosa logran que una intensa emoción se cuelgue de la garganta de los asistentes.
El domingo, Miño congregó a un público familiar que minutos antes disfrutó del humor de Carlos Michelena. Arrancó con Sometimes OK (el concierto también se cerró con este tema) y hechizó a los presentes.
El acompañamiento de su banda otorga otra potencia y dinámica a sus conciertos. En Madrid se defendió solo sobre el escenario. Las visas para los músicos llegaron con retraso y hasta su ingeniero de sonido se quedó varado. Durante la velada hubo tiempo para evocar sus orígenes, mitad Miño Ayala, mitad Zambrano Huascama, para contar anécdotas e incluso para exhortar a los inmigrantes a que “no miren el retorno al país como un fracaso”.
La nostalgia no aumenta, en su caso, el número de seguidores en suelo europeo. Los títulos de sus canciones no figuran en esa banda sonora que años atrás halló un hueco en la maleta de miles de inmigrantes. Quizás por ello, en este concierto en Madrid, Miño apeló a esa añoranza que desgarra el alma. De su mano se escucharon verdaderos himnos: Niégalo todo y Nuestro juramento, de Julio Jaramillo. También, De terciopelo negro, guambrita y A mi lindo Ecuador, temas versionados por La Grupa y Cruks en Karnak.
En esa inmersión le acompañó Arturo Lucero y su Conjunto, una agrupación ecuatoriana de músicos inmigrantes acostumbrados a compartir escena con artistas llegados desde el otro lado del Atlántico.
Tras el recital, muchos tarareaban sus canciones camino a casa. Quedaron desolados algunos corazones que anhelaban escuchar temas como Entiendo o Era. ¿Habrá otra oportunidad? Eso es seguro.
Puntuales
Fausto Miño espera establecer alianzas con alguna empresa española para proyectarse en territorio ibérico.
Hay cuatro clubes de fans en España. El día del concierto, el de Madrid repartió mil piezas de bisutería con información y contactos del artista.
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