XABIER BARRENA
BARCELONA

Nueva comparecencia en comisión de la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Assumpta Escarp, y nueva petición a otras administraciones para que cumplan con sus obligaciones. Al Estado, es decir, al Cuerpo Nacional de Polícía, reclamó más investigación sobre las redes internacionales de prostitución y a la Generalitat, vía Mossos d’Esquadra, «más implicación» en la preservación del espacio público para que sea eso, público, y no exclusivo de actividades como, sobre todo, la prostitución. Tras comprometerse a aumentar la seguridad en el distrito de Ciutat Vella insistió, como hace 15 días, en que la policía local, por sí sola, no puede acabar con la prostitución que se ejerce en la calle.
Habida cuenta, sin embargo, de que los anteriores escarceos con el Ministerio del Interior, a cuenta de la poca efectividad de la aplicación de la ley de extranjeria, acabaron en reproches mutuos, Escarp, ayer, destacó las operaciones conjuntas realizadas por la Guardia Urbana con las policías nacional y autonómica.
En lo que se lleva de año, estas operaciones –contra todo tipo de delito– han sido 1.065, se han trasladado 3.117 casos –que no personas, pues algunas son reincidentes– a extranjería y se han efectuado 390 detenciones. Las últimas operaciones conjuntas fueron el 4, 8 y 14 de septiembre, en las que se identificó a 140 personas y se trasladó a 78, 28 de ellas prostitutas
El 2 de septiembre, Escarp había ya facilitado las cifras que atañen en exclusiva a la actuación de la policía local. Así, entre enero y agosto de este año, la Guardia Urbana había trasladado a la Policía Nacional 619 casos de mujeres en situación irregular, identificadas tras vulnerar la ordenanza de convivencia –léase civismo– por haber sido sorprendidas en una transacción de sexo por dinero. Ya sea en la fase de negociación o en la de culminación. De estos casos, apenas el 1% habían acabado con la expulsión de la inmigrante por no tener el permiso correspondiente.

TAREAS REPARTIDAS / La concejala recordó que los cometidos de cada cuerpo policial están claramente delimitados. Así, «quien debe trabajar contras las mafias es la Policía Nacional» y «también los Mossos d’Esquadra», mientras que en Barcelona «no se bajará la guardia» ya que tanto la policía local como los servicios sociales continuarán colaborando.
En un tono más conciliador, Escarp reconoció que a la peligrosidad de las mafias que controlan la prostitución en Barcelona se suma el hecho de que los agentes se topan con personas «con la documentación destruida, con lo que no tienen ni nombre», como ocurre con buena parte del colectivo de 60 mujeres de Nigeria, señaló la concejala Escarp en relación a las prostitutas presuntamente nigerianas detenidas en Ciutat Vella.
El pasado miércoles, en la comisión de Presidencia, Escarp, que esta semana ha hecho doblete, señaló que las leyes no deben dirigirse directamente contra las mujeres que se prostituyen en la calle, dado que el 90% de ellas están extorsionadas por redes mafiosas y requieren protección, más que sanciones.