París cierra la ´jungla´ de ´sin papeles´ en Calais
La zona concentra a inmigrantes cuyo sueño es Inglaterra
La Vanguardia, , 18-09-2009CALAIS – Redacción y agencias
Las ONG creen que la decisión no resuelve la crisis, sólo desplaza a unos clandestinos desesperados
El ministro para la Inmigración, Eric Besson, anunció anteanoche el desmantelamiento, antes del fin de la próxima semana, de la jungla de Calais, una especie de campamento en el que se han ido instalando cientos de inmigrantes clandestinos, en condiciones muy precarias.
La mayoría son afganos e iraquíes que viven en condiciones infrahumanas, en improvisados cobijos en la zona arenosa cercana al puerto de Calais. Su gran esperanza es llegar a Inglaterra escondidos en los camiones que trasladan muchos de los barcos que zarpan de este puerto.
El Gobierno justifica la medida alegando que en la zona se ha recrudecido peligrosamente la delincuencia, en especial la actuación de las mafias dedicadas al tráfico ilegal de inmigrantes. Como alternativa plantea soluciones individuales que consisten en ofrecer a cada uno de ellos el retorno voluntario a su país, la petición de asilo o la expulsión.
Las autoridades francesas aseguran que desde enero ya han aceptado 170 peticiones de asilo concediendo a los afectados papeles para una estancia provisional y vivienda. Otros 180 inmigrantes habrían dicho “sí” al retorno voluntario a su país. En total. según el ministerio, en la jungla quedan unos 300 inmigrantes de los alrededores, de 700 que ocupaban el área hace tres meses. En todo caso, dada la movilidad en la región es difícil conocer las cifras exactas de extranjeros allí asentados.
Las asociaciones de ayuda a los refugiados contemplan con escepticismo el desmantelamiento de la jungla. Recuerdan que los sin papeles deambulan errantes por toda la zona de Calais desde el cierre en el 2002 de Sangatte – un centro de la Cruz Roja en el pueblo que lleva ese nombre, cerca de Calais-que había acogido a miles de inmigrantes en pésimas condiciones físicas. Temen que el efecto se multiplique ahora.
“La forma como se ha hecho esto hasta el momento es ridícula… Se desmantela un campo sin dar alternativa”, lamenta el abad Jean-Pierre Boutoille, del colectivo de asociaciones humanitarias C-Sur. “El problema solamente se desplazará (en el espacio)”, agrega lamentando la situación en que se hallan los afectados.
La delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), desplegada en la zona, intenta, sin éxito, convencer a los inmigrantes de que Gran Bretaña no es ese soñado Eldorado y de que pidan asilo en Francia, teniendo en cuenta que muchos de ellos proceden de zonas en guerra.
Un portavoz de los responsables de fronteras de Gran Bretaña declaró en Londres que apoyan la política del Gobierno francés contra la inmigración ilegal, sin pronunciarse explícitamente sobre la última medida.
En cambio, el ex ministro socialista Jack Lang, diputado por la región, sí fue explícito: “Sabemos desde ahora que las condiciones higiénicas y la protección (para los sin papeles)no están aseguradas. Pronto llegará el frío, y las familias, los niños, se encontrarán con grandes dificultades”.
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