ANTONI LÓPEZ – Barcelona
Puesto que se trata de un polo de atracción turística de carácter mundial, el debate sobre la situación de deterioro de la Rambla de Barcelona ha saltado las fronteras. Diversos medios de comunicación extranjeros abordan la cuestión, y la reputación de la ciudad no queda precisamente bien parada. “La Rambla, de paraíso del turismo de España a calle de la vergüenza”, tituló el pasado sábado la edición electrónica del The Times británico. El texto recoge una inquietante opinión de un diplomático: “La Rambla es la ventana de Barcelona al mundo, así que deberían cuidarla. Sería magnífico”.

En un reportaje demoledor, The Times describe como a pocos metros del Liceu, escenario de actuaciones de Maria Callas, Plácido Domingo y José Carreras, Florita ofrece “otro tipo de entretenimiento”. “Jóvenes prostitutas, la mayoría inmigrantes africanas sin papeles, tiran de los turistas que les dicen no. Otras roban a los clientes despistados mientras hacen sexo en los callejones próximos a la Rambla. Los proxenetas vigilan de cerca, algunos ofreciendo drogas”.

Escenas tan cotidianas como poco alentadoras que se producen en el lugar que, según recuerda el periódico, es el primero que visitan los turistas británicos en Barcelona. “Muchos regresan de su visita habiendo perdido sus bolsas a manos de los carteristas”. En pocas palabras, prostitución – “muchas veces a la vista de los transeúntes”-,tráfico de drogas, robos y borracheras. Así pinta The Times la Rambla, y sus lectores parecen escandalizados. “Estaba considerando una breve estancia en Barcelona, pero después de leer vuestro reportaje tendré que pensármelo”, indica Kathy Lampen, residente en Alicante.

Otros replican que el reportaje sólo pone el acento en lo malo de Barcelona, que la ciudad es más que la Rambla, muchos advierten de los robos. “¿Por qué un lugar tiene que tolerar la decadencia y la degradación de una minoría?”, cuestiona Geraldine Leale.

Aunque candente, el debate viene de lejos. Ya en mayo Corriere della Sera se hízo eco de la “alarma por la degradación del histórico paseo de Barcelona”, contraponiendo la situación actual a descripciones anteriores Todo ello explica que en diversas operaciones de los últimos años, algunas de ellas realizadas en Catalunya, se hayan localizado en poder de delincuentes nigerianos muñecos con cabellos u otros fetiches como líquidos de la menstruación de las víctimas.

Fuentes policiales explican que el combate a estas redes nigerianas es más complicado, por ejemplo, que organizaciones del Este europeo que sí tienen personal directamente en contacto con sus víctimas. Las mujeres nigerianas tienen una mayor libertad de movimientos. De hecho, varios comerciantes de la Boquería explican que cuando abre el mercado muchas de estas mujeres hacen la compra con parte del dinero que han ganado. A final de mes, liquidarán con la organización de la que dependen o matarán a su familia o se desatará un maleficio sobre ellas. de escritores e intelectuales como Vázquez Montalbán, George Orwell, Alicia Giménez-Bartlett o Josep Maria de Sagarra, que escribió en La Vanguardia:“Esta Rambla no es mi Rambla”.

“¿Que ha ocurrido con la Rambla?”, cuestionba entonces Giles Tremlett en un reportaje de The Observer.“La que fue una de las más famosas, admiradas y glamurosas avenidas del mundo, el boulevard arbolado, es un camino peligroso al que turistas borrachos, prostitutas y rateros le han quitado el encanto”. “Los críticos denuncian que las mafias globales ven una oportunidad de negocio en la reputación liberal de Barcelona”.