Donostia.¿Qué rol juega la ciudadanía en la política?

En la actualidad los ciudadanos son débiles porque la política es débil. Esto se debe a que ésta no controla los mercados. Además, la política no pone reglas democráticas para favorecer la equiparación de los ciudadanos, que son el mecanismo que forma la voluntad colectiva, es decir, la soberanía de los individuos para decidir su destino. Sin embargo, la ciudadanía lo que debería hacer es fortalecer el proceso democrático.

¿Qué entiende por política?

Es justo lo contrario de la guerra. Buscar el bien de todos, el bien común por medio de la deliberación colectiva.

¿Qué debería hacer la población si ésta quisiera cambiar algo?

En primer lugar, hay que tener claro qué es lo que se quiere. Lo siguiente es movilizarse respetando los principios de la democracia y rechazando la violencia, que no se puede legitimar en ningún caso.

Por otro lado, la gente migra de un país a otro fuera y dentro de Europa, ¿cómo influye la política en este ámbito social?

Hay que decir que los inmigrantes son personas nuevas en el Estado de destino y, por tanto, se tienen que integrar en su sociedad. Sí que hay conflictos, pero todo se puede solucionar. Basta con una visión democrática que tenga en cuenta los derechos humanos, sociales y culturales de cada individuo.

¿Qué eficacia tiene la política de inmigración de la UE?

Pienso que no es buena porque considera a los inmigrantes como mercancía. Además, la adopción de la directiva sobre el retorno de estas personas es una verdadera vergüenza. Con ella se divide a los nuevos en función de su país de origen. Es una política de exclusión frente a los no comunes. Asimismo, la Unión penaliza la inmigración ilegal y suprime la diferenciación entre adultos y niños, algo que va en contra de la Convención de Ginebra (acuerdo firmado tras la Segunda Guerra Mundial y que regula la protección de prisioneros de guerra y refugiados).

¿Un ejemplo?

Con la política europea ha habido gente sin ser juzgada hasta 18 meses después de su imputación. Todo ese tiempo estuvieron en un campo de retención.

¿Qué relación existe entre la CAV y la Unión Europea?

Bueno, en Europa se reconocen los derechos de los vasos del mismo modo en que lo hace la Constitución del Estado español, ya que es éste quien representa a dicho colectivo en la Unión. Sin embargo, es cierto que el Gobierno Vasco juega un papel muy positivo con el que intenta fortalecer la paz y facilitar la convivencia de los ciudadanos. Ésta es una labor que en la Unión Europea se valora mucho.