rincón abierto

«Burkini» y «camisonkini»

La Voz de Galicia, Manuel-Luis Casalderrey, 31-08-2009

En una piscina pública de Verona se produjo un incidente con una mujer que se bañaba enfundada en un vestido de manga larga, pantalones y una capucha que le cubría el cabello: la prenda quedó bautizada como burkini (La Voz, 20-8). Los responsables de la piscina le pidieron los datos de la composición de la prenda y la señora abandonó la piscina con sus tres hijos.

Desde algún pozo de la memoria han aflorado dos recuerdos. El primero, en una piscina de un hotel en las proximidades de El Cairo, cerca de las pirámides. El hombre disfrutaba del agua, con un bañador normal, mientras la mujer estaba en la orilla, enfundada en su burka y cuidando a los niños. Me pareció injusto.

El otro recuerdo vino desde el Maside de mi niñez. En lo que hoy es el complejo de A Rañoa existía una especie de piscina, de aguas sulfurosas, con el fondo de arena del que brotaba el agua. Allí nos bañábamos los niños y algún adulto. Las mujeres solían bañarse por la mañana temprano, cuando no había nadie, y montaban un sistema de vigilancia para impedir a los curiosos la contemplación del espectáculo. Alguna lo hacía en horario normal después de iscar aos rapaces, que no abandonábamos del todo la zona. Se bañaban en camisón (camisonkini). Era una prenda problemática. Hacía globos por todas partes, que aplastaban a manotazos, se pegaba al cuerpo y traslucía todo lo que traslucía. Risas entre las bañistas y ojos muy abiertos entre los mirones.

También usaban camisonkini las mujeres del baño de la fertilidad, de las siete olas en A Lanzada. Hoy parece prehistoria.

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