Italia tendrá prioridad en el acceso a las fuentes de energía de este país
Berlusconi acelera en la carrera de los europeos para acercarse a Libia
La Razón, 31-08-2009Si Reino Unido libera a un terrorista para hacer negocios con Libia, Berlusconi tiene vía libre para visitar a Gadafi.
roma – La relación entre Italia y Libia es comparable a la que España mantiene con Marruecos: son dos parejas de países vecinos y condenados a entenderse. Además del común pasado colonial comparten su dependencia económica, ya que Roma y Madrid son los primeros socios comerciales de Trípoli y Rabat.
Muy consciente del indeleble vínculo que une las dos orillas del Mediterráneo, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tejió el año pasado un acuerdo de amistad y cooperación italo – libio que ayer cumplió un año. Para celebrar el aniversario, «Il Cavaliere» viajó a Trípoli y se reunió con el líder libio, Muamar el Gadafi.
Ambos mandatarios colocaron la primera piedra de la autovía que cruzará Libia desde la frontera de Túnez hasta la de Egipto y será pagada por Italia. Es el proyecto estrella del acuerdo, que prevé la inversión de 5.000 millones de dólares en 25 años por parte de Roma para compensar a Trípoli por los daños del colonialismo.
Los 200 millones de dólares anuales, que irán a parar en su mayoría a contratas con empresas transalpinas, garantizan que Italia tendrá prioridad a la hora de acceder a los hidrocarburos del país magrebí. Una carrera en la que también parecen estar embarcadas las petroleras británicas, según se ha sabido tras la liberación del terrorista libio Abdelbaset Alí al Megrahi. El segundo beneficio que los italianos obtienen por ese dinero es que Gadafi se compromete a controlar la inmigración que parte de sus costas hacia Lampedusa y Sicilia.
Además, acepta que las patrulleras italianas devuelvan directamente a Libia las pateras cargadas de indocumentados que aspiraban a desembarcar en Europa. Uno de estos viajes de la esperanza, que tantas veces acaban en tragedia, salpicó la visita de Berlusconi a su vecino del sur. 75 clandestinos, en su mayoría provenientes del Cuerno de África, fueron devueltos ayer a las costas libias por las autoridades italianas. No importó que provinieran de una zona de conflicto y tuvieran probablemente derecho a solicitar asilo.
«Il Cavaliere» zanjó el asunto afirmando que «si queremos una verdadera política de integración debemos ser rigurosos para no abrir Italia a cualquiera».
El interés de Londres
El Gobierno británico consideró hace dos años que era de «enorme interés» para Reino Unido el retorno a Libia de Abdelbaset Ali Mohmed al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie, según reveló ayer «The Sunday Times». El Gobierno de Gordon Brown no se opuso a la excarcelación del terrorista después de que surgieran dificultades en conversaciones entre Libia y la petrolera BP sobre un multimillonario contrato para la explotación de crudo. El dominical revela que el ministro británico de Justicia, Jack Straw, escribió sobre el asunto a su colega escocés, Kenny MacAskill, y mencionaba «las extensas negociaciones con Libia».
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