La zona de Azca lleva años siendo sinónimo de basura, robos, peleas, y de tanto en tanto, de muerte. El último suceso ocurrido ayer, con el fallecimiento de un menor de edad, vuelve a poner tristemente el foco en este área, comercial durante el día de copas y botellón por la noche.

En noviembre de 2007, una riña tumultuosa dejó un joven grave, cosido a puñaladas. La víctima fue un ecuatoriano de 24 años, al que asestaron cinco cuchilladas. La pelea empezó a la salida de la discoteca Nuit, y dejó también a otros tres heridos, por botellazos. Una vez más, fue una madrugada de alcohol y de excesos, con un trágico final que se inició cuando el establecimiento, al igual que otros de la zona, echó el cierre las seis de la mañana.

En 2006, Azca saltaba a los titulares tras el crimen cometido por miembros de bandas latinas. Esta vez, el muerto era el ecuatoriano de 25 años, Ramón Emilio Luzón. Murió a resultas de la guerra abierta entre bandas latinas que por las noches suelen tomar la zona. Un grupo llamado «Trinity» fue el responsable de la muerte.

Hacerse con el territorio

El papel que juega Azca para las bandas es de capital importancia. Los fines de semana acuden a las decenas de locales que existen en los bajos, e intentan hacerse con el territorio. En la pugna por el control, los primeros días de mes, según la Policía, son los más «críticos».

Cuando aún se tiene casi intacto el reciente ingreso del salario, los delincuentes acechan a todo el que se descuida, y es el momento en que se producen más agresiones por robo. Como la que le costó la vida, por la sustracción de una chaqueta al ecuatoriano Ramón Emilio Luzón.

Otros casos, sucedidos en años anteriores, revelan como la zona lleva siendo foco de problemas desde hace mucho tiempo. En 2005, las armas blancas asomaban por la zona de la entonces llamada «movida latina». El motivo, los comentarios y las miradas que un ecuatoriano dirigió a una mujer a la que acompañaba su novio. Este hecho enzarzó a ambos jóvenes y a sus amigos – todos de la misma nacionalidad – en una reyerta en la que a los empujones, puñetazos y botellazos, le siguieron las navajas. Resultado: dos personas, de 20 y 21 años, con puñaladas en tórax y espalda.Por suerte, no penetrantes.

Temor en la zona

Un lugar muy problemático. Así definen los residentes y trabajadores de Azca a la zona. Están cansados de «los incidentes constantes que ocasionan los bajos y su gente».

Los trabajadores que toman sus puestos de trabajo temprano «pasamos mucho miedo». Porteros, quiosqueros, carteros, taxistas modifican sus rutas para evitar el peligro. Los taxis apenas paran por la noche y los vecinos evitan pasar a altas horas. Su solución pasa por «cerrar todos los locales de los bajos».