Fue tiroteado en la cabeza tras una pelea entre grupos latinos que salían de bailar – La Policía tenía anoche identificado al presunto agresor que podía ser de una banda La noche madrileña se cobró ayer la vida de otro joven dominicano de 17 años tras una pelea entre grupos latinos en los bajos de Azca de la calle de Orense. El fallecido, Isaac N. V. G., estudiante de mecánica y vecino de Legazpi, recibió un disparo en la nuca a la salida de una discoteca de esta conflictiva zona donde se concentran varias salas frecuentadas por inmigrantes latinoamericanos.

Los amigos del menor consiguieron trasladarlo con un hilo de vida al hospital de La Paz. Cogieron un taxi y lo llevaron hasta la puerta de las urgencias del centro sanitario. Eran las 05.55 horas. Dos horas después falleció cuando era intervenido en el quirófano.

Con este crimen ya son 37 las muertes violentas ocurridas en la capital en lo que va de año. Según los residentes de la zona de Orense, en los últimos seis años han sido asesinadas al menos cuatro personas en esta franja de copeo.

El caso está siendo investigado por el Grupo X de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial y por los agentes de la Brigada de Información, ya que se investiga si el agresor o la víctima eran integrantes de una banda latina. Las indagaciones del caso estaban anoche muy avanzadas y ya podría estar identificado el homicida.

De acuerdo con las primeras investigaciones, Isaac y sus allegados, un grupo de cuatro personas, pasaron la noche en la discoteca Bailódromo Latino.

A la salida de la discoteca, uno de los amigos de Isaac piropeó a una chica que iba acompañada por su novio y otro joven latino. Según varios testigos, el comentario fue algo «bestia», por lo que el novio de la joven se enfrentó al grupo contrario y se fue a por Isaac. También circuló la teoría de que los agresores creyesen por error que Isaac pertenecía a una banda latina rival.

Sobre la escena del crimen hay también dos versiones. En la primera, hubo una reyerta y en la misma se produjeron intercambios de golpes y puñetazos hasta que uno de los implicados sacó una pistola y disparó a Isaac. La segunda hipótesis apunta a que no llegó a registrarse una reyerta y que el asesino exhibió la pistola y disparó en la cabeza al chico que piropeó a su novia. Los testigos señalan que oyeron una segunda detonación. Se sospecha que el homicida realizó el segundo disparo para intimidar a los amigos que trataron de ir a por él. El asesino amenazó a los demás y huyó hacia la calle de Orense mientras los chicos trataban de ayudar a su amigo, tendido en el suelo. Los allegados le llevaron hasta un taxi en los bajos de la calle y le evacuaron al hospital.

Isaac murió sobre las 07.00 horas en el quirófano del hospital de La Paz. A mediodía de ayer el cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Ciudad Universitaria. La autopsia no se realizará hasta el próximo lunes ya que hasta ese día no hay un técnico especializado en un aparato de rayos X que se emplea siempre que hay un muerto por arma de fuego.

Según fuentes de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, el Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid, encargado del caso, ha solicitado otras pruebas que se realizarán en las próximas horas. Mientras tanto, la policía interrogó a los amigos del fallecido que lograron identificar al supuesto homicida.

Asimismo, los agentes de Policía Científica recabaron imágenes grabadas en la zona de varias cámaras de seguridad de bancos y fincas. Algunas de estas cintas pueden arrojar luz sobre el caso y confirmar el nombre del presunto homicida. Según los presentes, el agresor es corpulento, de unos 25 años y también latinoamericano. Se investiga si pertenece a una banda, en concreto a los Trinitarios, y si confundieron al fallecido con un miembro de una banda rival. «Esa zona es conflictiva y los que acuden son miembros de estas bandas», indicó un agente que conoce bien la zona.

Los amigos del fallecido le llamaban Moren Black (Moreno Negro) ya que era el más negro de su familia y aseguran que no pertenecía a ninguna banda latina. «Era un gran chaval con gran corazón y además estudiaba», dijo una chica. «Todo lo que se diga malo de Moren Black es falso», señaló otra conocida.

El último informe de la Fiscalía alerta de la reactivación de estos grupos tras dos años en los que su actividad había descendido bastante.

Según explicaron varios porteros de la zona, sobre las cinco de la madrugada se oyó una pelea que se disolvió con dos tiros que recibió un joven junto a un semáforo que hay a la altura del número 22 de la calle, frente a la entrada de la discoteca latina Oro Verde y Bailódromo.

El portero de un edificio relató que llegó a la zona poco después del tiroteo y vio dos conos que señalizaban dos casquillos o impactos de bala, por lo que cree que se efectuaron dos disparos.

El mismo hombre explicó que durante varias horas la Policía interrogó a los vecinos y trabajadores de las inmediaciones por si habían visto algo. También indicó que preguntaron por las grabaciones de las cámaras de seguridad de las sucursales bancarias que hay más cerca.

En estos bajos se han registrado en los últimos años varios incidentes violentos, como la muerte del joven ecuatoriano Ramón Emilio L. el 5 de febrero de 2006 durante una pelea con miembros de la banda latina Forty Two (una escisión de los Dominican Don’t Play). En 2002 otro dominicano, esta vez de 35 años, murió tras una pelea a la salida de las discoteca Bailódromo. Daniel, albañil, recibió un disparo en la cabeza en el transcurso de una reyerta entre unos 15 jóvenes.

Según la Policía, en la zona se mantiene un servicio especial desde hace mucho tiempo para controlar los excesos que se producen entre clientes sudamericanos. Además, hay una pequeña comisaría en los bajos, desde donde la Policía controla el horario de cierre de los bares.