Más de treinta implicados en una red que introducía hachís en carritos de bebé
Diario Sur, , 27-08-2009Se dieron cuenta de que sus propios retoños podían servirles de tapadera para camuflar la droga. Mientras los adultos podían ser registrados en la aduana, los agentes nunca se fijaban en los pequeños, sobre todo cuando iban dormidos en su carrito o en el capacho.
Una banda de narcotraficantes supuestamente empleó este curioso método para introducir partidas de hachís en la Península. Cruzaban los controles aduaneros entre Marruecos y España a través de Ceuta. Una vez en el país, la droga partía hacia Francia oculta en dobles fondos de coches robados.
El sistema les funcionó hasta que la Guardia Civil se percató del modus operandi. Siguiendo éstas y otras pistas, los investigadores han conseguido desmantelar toda la organización. En total han sido detenidas 21 personas y se ha imputado a otras 13 por su presunta implicación en esta red, considerada por la Benemérita como una de las más «activas» en el tráfico de drogas y de vehículos robados.
Investigación
Las pesquisas comenzaron hace año y medio, concretamente en febrero de 2008, a raíz del análisis de la información obtenida en anteriores operaciones policiales. Los agentes del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Málaga comprobaron que la organización estaba compuesta por tres células independientes. Cada una estaba estructurada e integrada por varias personas con funciones diferentes.
Una de estas facciones era la que se habría dedicado a introducir hachís en carritos de bebé. Según informó ayer el Instituto Armado, usaban a recién nacidos o niños de pocos meses, hijos de mujeres vinculadas a la organización. Para evitar ser detectados, escondían la droga bajo el colchón de los carritos. Los pequeños pasaban dormidos por la aduana, y los policías no iban despertarlos para registrarlos.
Una vez que la mercancía llegaba a España, se preparaba para su transporte en dobles fondos de vehículos sustraídos. Su destino, Francia. Otras veces, el hachís se quedaba en la Península para su distribución a menor escala.
La segunda célula se dedicaba, según la Benemérita, a introducir cocaína camuflada en tabletas de chocolate, que eran enviadas mediante paquetes postales. Con ello trataban de evitar ser detectados en controles aeroportuarios.
Por último, el tercer grupo de la organización era el encargado del robo y receptación de los vehículos. Tras ser modificados, los automóviles eran trasladados a Ceuta y, desde allí, a Marruecos. Otras veces desguazaban los coches para introducirlos por piezas.
Entre los 21 detenidos hay ocho españoles, cinco marroquíes, cinco franceses, dos británicos y un chileno. Asimismo, en la operación han sido intervenidos 1.600 kilos de hachís, 300 gramos de cocaína, once vehículos y 56.500 euros.
En la lucha contra el menudeo, la Policía Local de Málaga ha arrestado en los últimos días a un total de seis hombres como presuntos autores de tráfico de estupefacientes. Dos de ellos ofrecieron la droga a agentes de paisano.
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