La operación Bedú, orquestada por la Guardia Civil, logró desarticular ayer a una de las organizaciones más activas dedicada al tráfico de drogas y al robo de vehículos en la Costa del Sol. Una de las principales actividades de la banda era la introducción de hachís en España desde Marruecos, para lo que la banda camuflaba la droga en carritos de bebés. Los recién nacidos, utilizados como tapadera, eran los propios hijos de las mujeres de la organización.

Los narcotraficantes escondían la droga bajo los colchones de los carritos sobre los que colocaban a los bebés dormidos y pasaban por Ceuta la aduana entre Marruecos y España. Otro grupo de esta misma banda introducía cocaína desde Chile a través de paquetes postales en los que incluían tabletas de chocolate a modo de obsequios para no ser detectados. Los paquetes eran enviados entre los propios miembros de la banda.

En la operación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja, se detuvo a 21 personas, la última de ellas ayer, que ya han pasado a disposición judicial. Entre los detenidos, ocho son de nacionalidad española, cinco marroquíes, cinco franceses, dos británicos y un chileno. También se incautaron 300 gramos de cocaína, más de 1.600 kilos de hachís, numerosos teléfonos móviles, ordenadores portátiles, además de otros efectos electrónicos, 11 vehículos y 56.500 euros en efectivo.