La crisis económica ha llegado también a la prensa para inmigrantes y ha obligado a que sus periódicos y revistas gratuitas hayan tenido que reducir costes, páginas, la frecuencia de publicación, la tirada y el número de ciudades en las que se distribuyen.

A pesar de que en España viven aproximadamente 4,5 millones de inmigrantes con tarjeta de residencia en vigor, según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, las publicaciones creadas especialmente para ellos han perdido anunciantes, casi la única fuente de ingresos. En general, casi todas estas publicaciones han visto reducidas sus páginas de 32 a 28, sus tiradas son de 30.000 ejemplares mensuales y, como mínimo, están presentes en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia.

Los periódicos para inmigrantes que están actualmente en el mercado español son los primeros que fueron lanzados a partir del 2000, llenando entonces un hueco inexistente, y que responden a la necesidad de comunicarse entre compatriotas o simplemente de emprender un negocio.

De esta manera nació Ocio Latino, guía de entretenimiento para los inmigrantes de Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia, con una periodicidad mensual desde hace diez años. Otras publicaciones, en este caso multilingües, son las que engloba Club Raíz, revista mensual para diferentes colectivos de inmigrantes, no solo en habla hispana, sino también en árabe, francés, rumano, ucraniano, chino y búlgaro. Su director es el empresario español Juan Carlos Ruiz, que cuenta con un equipo de profesionales de origen inmigrante para cada revista, ya que «quien puede entender mejor a un inmigrante es otro del mismo lugar de procedencia». Para Ruiz, la mejor estrategia es la diversificación del producto y que cada colectivo se identifique con su información.

En este mercado existen también las cabeceras bilingües de pequeñas corporaciones, como Rumanos en el Mundo, que cuenta con un periódico mensual, una radio en línea, un programa de radio en FM y un portal web, en rumano y español. El Ouhua se edita para los inmigrantes chinos de primera generación y empresarios españoles que estudian el idioma. Esta publicación también presenta un producto en español, El Mandarín, que informa a la segunda generación de chinos.

Para competir en el mercado, estos medios juegan con la creatividad en la distribución y con estrategias para conseguir apropiarse de un determinado mercado de anunciantes.