vitoria. No puede abolirse porque hay gente que, todavía hoy, paga por ella, y otra que, pese a quien le pese, vive de ejercerla. El caso es que se ha dicho que la prostitución es el trabajo más antiguo del mundo y, visto lo visto, continuará sumando años a su ya larga existencia porque, según los datos, el número de prostitutas no disminuye. Antes al contrario. La crisis parece haber condenado a más mujeres a intentar vivir trabajando como meretrices.

De hecho, según los datos que maneja la Comisión Ciudadana Antisida, en 2009 se está registrando un “leve” aumento del número de chicas que ejercen la prostitución en la capital alavesa y una “pequeña bajada del montante de servicios” que éstas realizan. En consecuencia, si hay más para repartirse el pastel, menor será la ración que toque a cada una. Es decir, que los ingresos que perciben las chicas también han bajado. Tal circunstancia se ha traducido en un hecho curioso. Según constatan desde la citada organización, las prostitutas optan, cada vez con mayor profusión, por recurrir a asociaciones en las que puedan recibir algún tipo de ayuda o consejo, con el fin de mejorar su situación.

En ese sentido, Gizarterako y la Comisión Ciudadana Antisida son dos de las organizaciones que ayudan a estas mujeres en Vitoria. Ofrecen programas para la reinserción social y personal de apoyo, material preventivo, ayuda en la tramitación de la Tarjeta Individual Sanitaria…

Sea como fuere, lo cierto es que la crisis también se ha instaurado en este negocio. Según la Comisión, en el 2008, el 91% de las prostitutas que acudieron a la asociación era extranjeras. Este año, sin embargo, las cifras de mujeres de fuera de España se ha reducido en alrededor de un 4% bajan los ingresos y no compensa su situación dejando paso al ascenso de la prostitución nacional, liderado por chicas sin recursos.

La citada organización ha atendido durante estos meses a 536 prostitutas. Un 57% del total de las mujeres reconocidas por la Comisión Ciudadana Antisida se encuentra ejerciendo su trabajo en pisos, un 35% en clubes de alterne y un 8%, en la calle. La prostitución se caracteriza por “un alto grado de movilidad, que se traduce en un elevado número de personas diferentes que trabajan en estos lugares a lo largo de un año y una importante desubicación social”.

Sin embargo, las cifras de la Comisión no dejan de ser parciales, ya que un buen número de estas trabajadoras no acostumbra a solicitar ayuda a ninguna asociación. Por lo tanto, la realidad global podría generalizar los datos expuestos hasta dibujar un escenario en el que el 90% de las prostitutas trabajaría en Vitoria entre las cuatro paredes de un piso, lo cual, según la Comisión, “ha dado lugar más de una vez a conflictos con los vecinos”.

El perfil de las trabajadoras en este entorno específico es diferente del de las que trabajan en clubes o están en la calle. Y es que, muchas de ellas son mujeres transexuales (podrían suponer hasta un 15% del total de las que ejercen en pisos), que tienden a evitar la calle y los locales de carretera. Según la Policía Local, en Vitoria podría haber unos 40 apartamentos en los que se ejercería la prostitución.

Por su parte, en los clubes trabajarían chicas latinoamericanas y rumanas aunque estas últimas en una cantidad inferior, y en la calle, sólo habría unas 12 mujeres, de perfiles concretos, con origen subsahariano, de edades comprendidas entre los 25 y los 40 años. La asociación, asimismo, afirma que, de estas mujeres, “pocas son menores de 20 años y todas sobrepasan la mayoría de edad”, según los datos que se barajan.

El año pasado, la asociación visitó periódicamente algunos puntos en los que se concentraba la práctica de la prostitución. De hecho, la Comisión Antisida se desplazó en varias ocasiones a nueve clubes, siete pisos y cuatro espacios exteriores.

Problemas serios En esas visitas se informa a las chicas de los recursos existentes. No obstante, éstas sólo acuden a pedir ayuda cuando tienen un problema grave, como embarazos por no haber tomado las medidas adecuadas, o sospechas de haberse contagiado con el VIH. En este sentido, la Comisión repartió en 2008 material preventivo entre las personas que se mueven en este mundo. Así, establecieron contacto con trabajadoras sexuales (536) y con 101 encargados o dueños de 10 locales. Por ejemplo, se repartieron 4.140 preservativos mensuales.

Además, durante el pasado ejercicio, se ofreció a las meretrices la opción de hacerse la prueba rápida de VIH/sida con el objetivo de promocionar el test, prevenir la transmisión de la enfermedad y facilitar el diagnóstico precoz. Se realizaron 45 pruebas, el 11% a mujeres transexuales y el resto, a mujeres biológicas. Los resultados fueron todos negativos.

De la misma forma, se ofrecen diferentes cursos para la reinserción en la sociedad de las prostitutas. Un ejemplo de ello son los grupos de encuentro que se ofertan sobre el funcionamiento del sistema socio-sanitario, la Ley de Extranjería… En 2008 se realizaron 5 grupos de encuentro a lo que acudieron 42 trabajadoras sexuales. Por otra parte, también se organizaron mesas informativas, en las que se entregaron 2.000 folletos y 1.700 preservativos; conciertos en el teatro Principal y campañas en bares del Casco Viejo y Judimendi en los que también se repartieron 3.000 preservativos. Incluso, desde la Coordinadora Gay-lesbiana/Stop Sida se lanzan anualmente campañas preventivas dirigidas a personas seropositivas, en especial homosexuales y bisexuales.