La Policía local constata que los robos violentos se dispararon en la Aste Nagusia

Registra 43 casos, pero teme que la mayoría «no se denuncian»

El Correo, AINHOA DE LAS HERAS, 25-08-2009

«Puede haber centenares de robos, pero no se denuncian. La gente dice: ‘¿para qué?’. Tienen la impresión de que no va a valer para nada». Uno de los numerosos agentes de la Policía Municipal de Bilbao que ha trabajado durante la Aste Nagusia – se recluta a buena parte de la plantilla durante las fiestas – resume así el balance de la seguridad ciudadana en la Semana Grande.

Destaca el elevado número de robos con violencia e intimidación, que se han disparado con respecto a años anteriores. Según las estadísticas internas, se han contabilizado 43 de estos delitos en los nueve días festivos, cuando, según los datos oficiales publicados en 2008, de los doce detenidos por robo, sólo en seis casos se empleó la violencia. El día con mayor acumulación de asaltos, ocho, fue el lunes 17.

Según los agentes que han patrullado el recinto festivo, la mayoría de estos atracos han sido protagonizados por jóvenes magrebíes, principalmente de origen argelino, de entre 16 y 21 años. Estos delincuentes suelen actuar en grupos de dos o tres con «total desfachatez», especialmente en la zona de txosnas de El Arenal, las calles Bailén y La Naja y en el Casco Viejo, sobre todo a partir de las cuatro de la mañana, cuando el alcohol ha hecho efecto en las posibles presas. «Van a lo fácil», eligen a las personas más vulnerables: de edad avanzada, en estado de embriaguez, mujeres con niños… El jueves, por ejemplo, se detuvo a un joven de 20 años – H.O. – , que dio un tirón en el cuello a una anciana de 80 años para arrebatarle una cadena en la calle Juan de Garay. En la madrugada del viernes, A.B., de 18 años, que iba acompañado de otros muchachos, fue arrestado por empujar a un chico para apoderarse de su móvil.

Apatía

«Pegan el tirón del bolso o dan una bofetada a una chavalita para quitarle el móvil en medio de la multitud, se van tranquilamente y nadie hace nada», describe un policía. También se consideran como tal los asaltos en los que media la amenaza de una navaja o una botella de vidrio rota, arma cada vez más utilizada en las calles de Bilbao.

Otra de las circunstancias que más ha llamado la atención de los guardias este año ha sido la «apatía» de los ciudadanos que presenciaban el robo violento sin reaccionar. Si la víctima no lo denuncia, «salvo en los casos graves o cuando el seguro se lo pide o necesita renovar alguna documentación», y los testigos no comunican el hecho a la Policía, muchos robos quedan impunes.

No obstante, en estos nueve días, sólo la Policía Municipal de Bilbao, que se encarga de controlar el recinto festivo mientras la Ertzaintza cubre el resto de la ciudad, ha detenido a 66 personas, con una media de seis detenidos al día, indicaron fuentes policiales. Para luchar contra la criminalidad que se aprovecha de las aglomeraciones, la guardia urbana atrinchera a muchos de sus miembros. Entre uniformados y de paisano, que observan sin ser vistos, vigilan que la Aste Nagusia discurra con normalidad cerca de 150 agentes, según las mismas fuentes.

Además de los robos con violencia – delito que genera una gran victimización – , también han aumentado de forma considerable durante esta Aste Nagusia los hurtos de bolsos y carteras: 138, frente a los 106 registrados el año anterior. En este capítulo, la jornada más complicada fue la del martes día 18, cuando se produjeron 25 sustracciones. La Policía local arrestó a varias jóvenes rumanas que vendían flores de plástico y aprovechaban para robar al descuido las carteras a los bilbaínos o visitantes que intentaban disfrutar de la fiesta.

La Aste Nagusia de 2009 se ha saldado también con varios casos de comas etílicos de menores, peleas, sobre todo en la plaza Circular, y agresiones, 15 entre particulares y a los agentes, las mismas que el año pasado. Hay un dato positivo: no se ha cometido, o al menos denunciado ante la Policía Municipal, ninguna agresión sexual. En la Semana Grande de 2008, la violación de una adolescente por parte de dos individuos en la puerta de un garaje cuando la víctima regresaba a casa después de pasar la noche de fiesta generó una gran alarma social.


a.delasheras@diario – elcorreo.com

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)