Los musulmanes se sienten orgullosos de controlar hambre y sed mientras reducen su actividad
Un mes al ralentí y de desafío al deseo
La Vanguardia, , 23-08-2009ISABEL RAMOS RIOJA – Barcelona
Los niños se inician en el ayuno poco a poco, algunos a edad temprana, como los cinco años
Quieres que vayamos a ver la luna?", preguntaba el viernes pasado Mohamed a un amigo al salir de la plegaria colectiva del mediodía. Quería observar por sus propios medios si salía el hilal,el creciente lunar que indica el inicio del mes de Ramadán y la abstinencia y la profundización en la espiritualidad que conlleva para los musulmanes. Si no se puede ver porque, a pesar de vivir en plena naturaleza como Mohamed, está nublado, hay un margen de un máximo de tres días para empezarlo aunque no se vea.
Estos días en muchas casas musulmanas, y en todas las mezquitas, hay un calendario lunar que indica a qué hora termina la abstinencia cada día del mes, pues se adelanta o se atrasa según cuándo caiga. Este año, como están acortándose los días, cada jornada dura menos el ayuno, aunque más que el año pasado.
Están totalmente exentos de observar la abstinencia los niños y los ancianos. Los enfermos, los viajeros y las mujeres que tengan la regla deberán recuperar los días que no han ayunado más adelante. Como en el cristianismo, existe un tipo de bula: la de los ricos, que pueden no ayunar a cambio de dar de comer a 30 personas.
En Ramadán, durante el día no sólo hay que dejar de comer; también de beber, de mantener relaciones sexuales y, según una fetua dictada para adaptarse a los tiempos modernos, de fumar: nada puede entrar en el cuerpo. Además, se debe hacer el bien tanto cuanto sea posible.
Como fechas señaladas que son, la mezquita acoge a más fieles que de costumbre, sobre todo para la plegaria que sigue al ocaso. La oración de ishaa reúne especialmente a los hombres, que suelen añadir la oración de tarawih,exclusiva del Ramadán.
Evitar todo aquello que proporcione placer durante el día – lo que puede explicar el mal humor de muchos musulmanes este mes-tiene como finalidad el control de sí mismo y la comprensión de cómo se sienten aquellos que carecen de todo habitualmente. En el otro platillo de la balanza está el orgullo de haber salido victorioso de esa lucha contra el deseo; son los musulmanes que aguantan el tipo con una sonrisa y además dicen: “Es fácil, estamos acostumbrados”. Los niños se inician en el ayuno poco a poco, algunos a una edad tan temprana como los cinco años.
Aunque no debería ser así, el de Ramadán es un mes al ralentí… a excepción de las mujeres, que no paran más que unas pocas horas durante la noche. Si en los mercados de barrio de los países árabes no es demasiado habitual ver a las mujeres comprando comida, en Ramadán, sí. Lo mismo que en Catalunya, donde hombres que hacen la compra siguiendo la costumbre de su país de origen delegan en su esposa durante este mes para ahorrarse el trabajo. Otros van más allá y, durante el Ramadán, hacen como que no encuentran a los clientes que tienen que visitar por la tarde para recortar su jornada laboral. "Así puedo echarme una siesta antes de preparar el iftar (comida con la que se rompe el ayuno), reconoce un hombre soltero que no tiene una mujer que se lo haga.
Pero la sociedad occidental, en general, no tolera ese adormecimiento que se apodera de los hombres, y por eso intentan coger vacaciones coincidiendo con este mes: ayunar con el prójimo se hace más llevadero y da un sentido comunitario al esfuerzo. Si no pueden irse todo el mes, al menos al principio o coincidiendo con el final, para celebrar con la familia la fiesta que corona este mes santo. En los países islámicos, la jornada laboral acaba antes para que todos puedan comer en cuanto el almuédano llame a la oración de la puesta de sol.
La rama de inmigración de UGT, Amical, pidió comprensión para los empresarios y que adecuen, en lo posible, tareas y horarios para los 80.000 trabajadores musulmanes de Catalunya. Los acuerdos estatales de 1992 así lo prevén, pero no es una obligación de la patronal. Se ha constatado un aumento de los accidentes, laborales y de tráfico, en este periodo.
Los escolares están exentos, en la mayoría de los centros, de hacer gimnasia yde ir a la piscina. Beber agua de la ducha es una tentación demasiado fuerte para un adolescente.
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