Bosi ataca a la Iglesia italiana por su reacción a la tragedia de los inmigrantes

Público, EFE, 22-08-2009

El líder del partido político italiano de la Liga Norte (LN), Umberto Bossi, socio de Gobierno de Silvio Berlusconi, atacó hoy a la Iglesia Católica de Italia por sus palabras tras conocerse la posible muerte de 73 inmigrantes en el mar Mediterráneo cuando trataban de llegar a Europa.

“Son palabras con poco sentido. ¿Por qué las puertas no las abre el Vaticano”, dijo hoy Bossi desde la localidad de Calalzo di Cadore (norte de Italia), en declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos.

Con estas palabras, el fundador de LN, partido al que pertenece el ministro del Interior, Roberto Maroni, impulsor de la ley sobre seguridad que introduce el delito de inmigración ilegal, salió al paso del editorial que ayer publicó el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), “Avvenire”.

En él, el periódico de los obispos italianos compara con el Holocausto sufrido por el pueblo judío la falta de socorro a los 73 inmigrantes que, según el testimonio de los cinco únicos supervivientes, murieron en el Mediterráneo tras partir en una barca desde Libia hace una veintena de días.

Para “Avvenire” “ninguna política de control de la inmigración puede autorizar a una comunidad internacional a abandonar una barca de inmigrantes náufragos a un destino de muerte, como ha ocurrido en el ultimo cargamento de desesperados en el mar de Sicilia”.

En este sentido, Bossi defendió la política de inmigración que lleva a cabo actualmente Italia, donde desde el pasado 8 de agosto ya es delito ser inmigrante ilegal.

Con las acciones del Gobierno “parten muchos menos (indocumentados) que antes, pero hace falta conseguir detenerlos, si no, se seguirá teniendo muchos muertos, con gente que arriesga la vida para nada, porque cuando llega aquí no hay puestos de trabajo”, comenta el político.

“Dado que ninguno acogerá a la gente sin controles, hace falta necesariamente detener las salidas” de inmigrantes, añadió.

El caso de los cinco inmigrantes que fueron rescatados por la Guardia de Finanzas de Italia el pasado jueves a 12 millas al sur de la isla de Lampedusa acapara la atención de la actualidad política y social italiana.

Esos cinco supervivientes, todos de nacionalidad eritrea, aseguran que durante la travesía murieron 73 personas, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar, y que una patrulla de las Fuerzas Armadas de Malta se negó a rescatarlos dos días antes de dar el aviso a las autoridades italianas.

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