Pospone a 2010 la anunciada ley migratoria para centrarse en superar el bloqueo de la reforma sanitaria ¿ Los latinos, que le apoyaron en masa, son los más perjudicados

Obama decepciona a los hispanos

La Razón, 22-08-2009

nueva york – Carlos, un joven venezolano, es uno de los miles de hispanos desencantados con Obama. «Cuándo van a arreglar lo de la reforma migratoria. Necesito que lo saquen ya», admite a LA RAZÓN. Este hispano de 28 años espera desde 2006 que Washington apruebe un plan para regularizar la situación de los casi doce millones de indocumentados de Estados Unidos, que representan el cinco por ciento de la fuerza laboral del país.
Mientras llega, Carlos trabaja en lo que puede hasta que el jefe de turno le pide el permiso de trabajo. Entonces, se tiene que marchar. Ha estado en una clínica, de guarda de seguridad de varias discotecas neoyorquinas y ahora saca algún dinero en un gimnasio del barrio de la zona griega de Astoria, en Queens. «Todo iba bien. Estaba en un laboratorio hasta que me pidieron el número de la seguridad social. Menos mal que vivo con mi mamá, aquí en Queens», se consuela.
Muchos de sus amigos votaron a Barack Obama porque representaba el sueño americano con la esperanza de que presentase una reforma migratoria, entre otros asuntos. A ninguno se le escapó que era hijo de inmigrante, en su caso de padre keniano. Con su llegada a la Presidencia, demostró que un hijo de inmigrante desde la primera generación puede llegar a lo más alto y pensaban que estaba de su parte.
De esta forma, se quedó con el voto hispano, que representa más del nueve por ciento del electorado en Estados Unidos, a pesar de que su contrincante, el republicano John McCain, había luchado sin éxito en el Congreso con el senador demócrata Ted Kennedy para sacar adelante la reforma migratoria destinada a regularizar la situación de doce millones de inmigrantes hace alrededor de un par de años.
Obama acaparó el 67 por ciento del voto hispano en las elecciones de 2008 frente al 31% que consiguió McCain, según el centro de análisis Pew Hispanic Center. Una vez en la Casa Blanca, debería haber cumplido con los hispanos. Pero, nadie tiene noticias de que Obama vaya a luchar por la reforma migratoria. Todo está en suspenso. Primero, hay que arreglar la situación económica. Después, hay que sacar adelante la reforma sanitaria.
El propio presidente demócrata reconoció en la Cumbre Norteamericana en México de principios de este mes de agosto que la propuesta de inmigración no se abordaría hasta 2010. El pasado jueves, Obama intentó enmendar su error tras el enfado que provocaron sus declaraciones entre los defensores de los derechos de los inmigrantes convocando una reunión con cien personalidades que apoyan ese cambio legal.
La anfitriona fue precisamente la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, que ha sido criticada por su línea dura a la hora de abordar la cuestión migratoria. Pero lo cierto es que fuentes diplomáticas consultadas por LA RAZÓN han reconocido que «los inmigrantes tendrán que esperar hasta el tercer año de legislatura».

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