Una casa de acogida en Campanillas atiende a familias de inmigrantes sin recursos

Bienestar Social convenia una quincena deplazas para padres e hijos sin hogar paraevitar su paso por el albergue municipal

Diario Sur, AMANDA SALAZAR, 16-08-2009

Son inmigrantes , no tienen medios para subsistir y además tienen hijos menores a su cargo. La crisis y las dificultades para encontrar un empleo han dejado en la calle a muchas familias de extranjeros en la provincia. Algunos tienen papeles pero les valen de poco cuando ya no hay trabajo para nadie. Otros, ni siquiera tienen documentos, pero la alternativa de volver a sus países de origen, donde serán aún más pobres y supondrán una carga más para sus familias, tampoco parece ser la salida.

Por eso, estas personas buscan refugio en el Centro Municipal de Acogida. El problema es que este albergue no está preparado para menores. Hasta hace poco, la única solución si no querían dormir en la calle era separar a los niños de sus padres. Una medida demasiado traumática para toda la familia. Por eso, desde el pasado mes de marzo, el Ayuntamiento, a través del Área de Bienestar Social, y la Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM), han creado un nuevo recurso que permite dar salida a estos casos.

Reaat tiene 34 años y es Marroquí. Cuida sola de sus dos hijos desde que se separó de su pareja. Ahora, los tres son inquilinos de la casa de acogida para familias inmigrantes con hijos a cargo situada en Campanillas. Los pequeños, Iman, de diez años, y Mohamed, de ocho, vuelven a tener un hogar en el que vivir. Reatt no encuentra trabajo y ya no podía seguir pagando el alquiler del piso en el que vivían. «Estoy contenta porque aquí los niños son felices, pueden ir al colegio y yo estoy aprendiendo muchas cosas para encontrar empleo», dice.

La casa tiene quince plazas, que actualmente están ocupadas por familias de diferentes nacionalidades: Rusia, Sierra Leona, Marruecos… han conseguido contruir un hogar sin fronteras en el que también tienen cabida inmigrantes en trámites de petición de asilo.

«Se trata de una iniciativa que hasta ahora no existía y que da salida a personas sin hogar y con unas necesidades especiales», indica Mariví Romero, concejala de Bienestar Social, que recuerda que Málaga es de las pocas ciudades que tiene plazas de albergue concertadas con ONG. El Ayuntamiento financia esta casa con 36.000 euros, mientras que ACCEM pone el resto del dinero y el equipo de trabajadores. Aunque son los propios inmigrantes los que mantienen al día la casa. Para ellos, supone un lugar desde el que empezar una nueva vida.

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