La crisis dispara el número de personas atendidas por los servicios sociales

ABC, ÀLEX GUBERN | BARCELONA, 14-08-2009

Ni brotes verdes ni primeros síntomas de recuperación económica. El impacto de la crisis y la correspondiente escalada de los índices de paro está teniendo una repercusión directa sobre las condiciones de vida de muchos barceloneses. Según todos los indicadores, y aunque la destrucción del empleo se ha atenuado con respecto al primer trimestre, las repercusiones sociales aún se dejarán notar largamente. Numerosas entidades dedicadas a la atención de los más desfavorecidos ya hace meses que han notado un aumento de la demanda de ayudas, una progresión que también se deja sentir en los servicios sociales, que en el caso de Barcelona presta en primera instancia el Ayuntamiento.

El segundo teniente de alcalde y responsable de las políticas sociales municipales, Ricard Gomà (ICV), dio ayer las cifras de atención social correspondientes al primer semestre del año comparándolas con las de los dos años anteriores, una tabla que rebela con toda crudeza la realidad de la crisis. Así, por ejemplo, el número de personas y familias socialmente vulnerables que han sido atendidas en los 34 centros de la red social básica han crecido un 24,2 por ciento con respecto al primer semestre de 2007, pasando de 29.609 casos ese año a 34.503 en 2008 y 36.767 en 2009. Los beneficiarios de la renta mínima de inserción han pasado de 4.650 a 8.243 (77,2 por ciento de aumento).

En la misma proporción que las familias atendidas (24,5%) crece el número de personas que, dentro del grupo calificado como de «personas con exclusión social severa» se benefician de los servicios de cobertura alimentaria municipales, que en los primeros meses del año han sido 10.999. Los centros de día y de acogida nocturna atendieron por su parte a 1.682 personas, un 21.9 por ciento más que en 2007. Los niños y adolescentes en situación de riesgo social atendidos han sido 4.080 (5,9 % más).

Por contra, y en un fenómeno que Ricard Gomà atribuyó al descenso en la llegada de inmigrantes a la ciudad y a puntuales casos de retorno, ha descendido en un 6,3 por ciento el número de inmigrantes atendidos en los centros de acogida y mediación, de 12.942 a 12.120.

Ante este panorama desalentador, desde el Ayuntamiento se insistió en que los servicios sociales están ahora mucho mejor dotados para soportar el aumento de la demanda, algo que no sucedió por ejemplo durante las crisis de primeros de los ochenta y noventa, que se superó, como se dice, a pelo. «Tenemos un colchón de recursos que antes no teníamos», se defendió Gomà ante las demandas que desde los propios centros se hacen solicitando más recursos.

Hasta 2010

El jefe de filas de ICV en el Consistorio puso algunos ejemplos de ello. Así, por ejemplo, apuntó que el Ayuntamiento ya ha realizado contratos por valor de 2,7 millones de los cinco con que se comprometió con empresas dedicadas a la integración laboral de personas excluidas. En otro caso, apuntó, han crecido en un 22 por ciento las becas a familias y el apoyo a niños con discapacidad del programa de actividades socioeducativas de verano. Según las previsiones municipales, y pese a la sensación de que lo peor de la crisis se haya podido ya superar, el impacto social de la misma se dejará notar al menos hasta el primer semestre de 2010.

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