Latinos, inquietos por retraso de la reforma migratoria
Anuncian plan de movilizaciones para presionar a Obama
El Universal, , 12-08-2009WASHINGTON.— La decisión del presidente estadounidense Barack Obama de
posponer hasta el año 2010 el debate de una reforma migratoria ha sido
recibida entre muestras de decepción, impaciencia y desilusión entre un
nutrido grupo de organizaciones defensoras de inmigrantes que ya han
anunciado la calendarización de movilizaciones cívicas a partir de
septiembre y octubre, a fin de conseguir que el Congreso y la Casa
Blanca no prolonguen más allá de ese año la solución al problema de 12
millones de indocumentados.
Además, en un intento por mitigar el impacto de una política de
seguridad que sigue separando familias y criminalizando a inmigrantes
que viven bajo un continuo ambiente de persecución, distintas
organizaciones ya han solicitado a la administración “una moratoria
inmediata de las redadas, las deportaciones, las sanciones a patrones,
una suspensión del sistema de verificación de empleo y de la detención
prolongada por ofensas” migratorias.
“No nos vamos a quedar de brazos cruzados y vamos a emprender una
intensa movilización cívica para conseguir que el presidente cumpla con
su promesa”, aseguró Juan José Gutiérrez, de Movimiento Latino USA, un
grupo que participa en el intenso debate de la comunidad migrante para
evitar que la derecha conservadora vuelva a frustrar los planes de una
reforma migratoria justa y comprensiva en EU.
“Esta es la tercera ocasión en que el presidente empeña su palabra
ante los latinos y la comunidad inmigrante”, aseguró Gutiérrez al
recordar que, desde el inicio de su campaña, Obama se comprometió a
presentar una iniciativa en los primeros 100 días de su mandato y,
posteriormente, aseguró que la reforma migratoria sería una realidad en
el primer año de su gobierno.
“Hoy nos dice que será hasta 2010 y su credibilidad se está
tambaleando. Por eso esperamos que la tercera sea la vencida y nosotros
vamos a tener que inyectar presión”, sentenció Gutiérrez.
El largo paréntesis que Obama planteó durante su viaje a la ciudad
de Guadalajara, para poder introducir y debatir la iniciativa de
reforma migratoria en el primer trimestre de 2010, ha causado el
malestar y la preocupación de organizaciones de base, que han demandado
medidas que permitan paliar la crisis que afecta a millones de
indocumentados ante el vacío legal de un sistema migratorio que está
roto y que divide profundamente a la nación.
“Si el presidente no nos puede dar reforma este año, le pedimos
entonces con carácter urgente un alivio en la forma de parar la
aplicación de sanciones a patrones, redadas, deportaciones, el sistema
de verificación de empleo y la detención prolongada por ofensas
relacionada con inmigración”, aseguró una coalición de organizaciones
que incluyen a la Hermandad Latinoamericana, al Consejo Obrero de
American Apparel y a la Coalición de Inmigración del Sur de California,
entre otras.
“Nos preocupa que la crisis humanitaria que afecta a millones se
convierta en un callejón sin salida mientras prosiguen los esfuerzos de
la derecha conservadora para frustrar una reforma migratoria”, aseguró
Gloria Saucedo, de la organización Hermandad Mexicana.
“Le queremos creer al presidente, pero nos preocupa el cariz que ya
está adquiriendo el debate por la reforma sanitaria donde
representantes de la extrema derecha ya han comenzado a insinuar que el
presidente Obama se propone dar servicio médico a millones de
indocumentados”, añadió Saucedo.
“Si el presidente no consigue que se apruebe la reforma antes de
junio de 2010, mucho me temo que no tendremos reforma sino hasta el fin
de su mandato”, sentenció.
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