Santa Cruz de Tenerife –   Los hechos, según Pablo Larrosa, hijo de la víctima, se remontan al pasado 25 de junio. Su padre, Luis Beltrán Larrosa, de nacionalidad uruguaya y en situación irregular, se encontraba trabajando en las obras de reforma del bar Playa Paraíso, en Adeje, al sur de Tenerife. Al parecer, Luis estaba junto al propietario del bar, un ex agente de la Policía Nacional, cuando sufrió un ataque al corazón. La falta de asistencia, según su hijo, pudo provocar su muerte. 
Pablo afirma que, en lugar de llamar a los servicios de emergencia, el propietario lo arrastró hasta la calle. Un hecho que observó un vecino, que llegaba a su casa, informa Efe.
Según denunció ayer el hijo, el dueño afirmó a esta persona que sólo pretendía que tomara un poco el aire. Sin embargo, dice Pablo, lo que hizo fue dejarlo tirado en la calle. Así, el vecino le reiteró que  si lo arrastraba podía empeorar su estado.
Entonces, el vecino llamó a una ambulancia y comunicó los hechos a la Guardia Civil. A su regreso, comprobó que el propietario del bar se había quitado la ropa de trabajo, que se había puesto previamente para acometer las obras de reforma.
Al rato, llegó una ambulancia y los servicios sanitarios realizaron las pertinentes maniobras de reanimación. Posteriormente, Luis fue trasladado al centro médico Hospiten Sur, donde falleció. 
El dueño, denunciado
La Guardia Civil decidió  presentar el pasado 4 de agosto una denuncia contra el propietario del local e iniciar una investigación para conocer las circunstancias del fallecimiento.
El mismo día de la muerte, la Policía Nacional recibió una llamada desde el centro médico que les comunicaba la noticia. 

El inmigrante que perdió un brazo en Gandía
A falta de dirimirse responsabilidades, el caso de Tenerife recuerda al del boliviano Frans Rilles Melgar, que perdió un brazo el pasado mayo en una panificadora de Gandía. El joven, que trabajaba sin contrato desde hacía más de un año, fue abandonado por su jefe de camino al hospital, según denunció.