El grupo parlamentario de ERC – IU – ICV anunció ayer que condiciona el diálogo con el Gobierno a que se corrija la «orientación regresiva» de la reforma de la Ley de Extranjería, que se debe debatir en el Congreso de los Diputados en septiembre. Estas formaciones políticas explicaron que han hecho llegar al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, un documento que incluye los principales puntos de desacuerdo con la futura ley. El grupo exige, entre otras cuestiones, que se anule la ampliación de la estancia en los centros de internamiento para extranjeros hasta los 60 días, se garantice el derecho a voto de los inmigrantes y se modifique el Código Civil para que se conceda la nacionalidad a los cinco años.