Debido a la crisis global, la reducción en las remesas familiares que envían los inmigrantes en Estados Unidos acumula en los primeros siete meses del año una caída del 8.5%, el equivalente a unos $150 millones.

La crisis política en que quedó sumido el país por el derrocamiento de Zelaya, sacado del poder por la fuerza el 28 de junio, se convierte en caldo de cultivo para que este tipo de situaciones afecte más el bolsillo de los hondureños.

Honduras, importante productor de banano, café y textiles, destina la mayor parte de sus exportaciones a Estados Unidos.

Como parte de los intentos por salir del ahogo financiero, el Gobierno iniciará en los próximos días la emisión de bonos de deuda para el mercado local por el equivalente mensual a unos $37 millones.

“Lo vamos a hacer de forma gradual entre el mes de agosto y noviembre. Es lo que esperamos colocar y es compatible con el flujo de caja que hemos proyectado”, explicó la ministra de Finanzas, Gabriela Núñez.

Empresarios locales que apoyan al gobierno de facto han dicho que están dispuestos a comprar deuda para apoyar el financiamiento estatal ante el cierre de la ayuda externa.

La pequeña nación de 7 millones de habitantes ha visto entre enero y julio una reducción en su recaudación fiscal en torno a los $200 millones respecto a igual lapso del año previo.

A diferencia del BID y del BM, el FMI no se ha pronunciado contra el gobierno de Roberto Micheletti, presidente de facto.