La Europa del próximo trienio
Diario de noticias de Alava, , 10-08-2009CAMBIOS políticos: Aparición de gobiernos de coalición como diques de contención ante la severa crisis económica y de valores que se avecina para el próximo decenio, demostrándose claramente ineficaces y provocando la aparición en la escena política de líderes con fuerte carisma personal y poder de convicción que derivarán en la práctica en gobiernos presidencialistas con claros tintes autocráticos e igualmente podríamos asistir a la progresiva sustitución de la actual Unión Europea por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco – germana (la mayoría de países de la actual eurozona),quienes conjugando los acuerdos preferenciales energéticos con Rusia con el redescubrimiento de la energía nuclear, serán el referente político económico europeo de la próxima década.
El resto de países no integrados en dicha órbita (países del centro y este de Europa, integrantes de la llamada Europa emergente) sufrirán con especial crudeza los efectos de la tormenta económica al no contar con el paraguas protector del euro y se verán obligados a depreciar sucesivamente sus monedas, reducir masivamente su crecimiento (con estimaciones de decrecimiento del 2,5% del PIB para el 2009) y aumentar espectacularmente su deuda externa, padecerán alarmantes problemas de liquidez (con agujeros financieros estimados en 90.000 millones de euros para el 2009 y 50.000 millones para el 2010) y deberán retornar a economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores al descartar la CE la modificación de las reglas para la adopción del euro en la Unión Europea (UE) y así poder acelerar la adhesión de los estados miembros del centro y este de Europa.
Igualmente, deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de una Rusia que, conjugando hábilmente el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica y la desestabilización de gobiernos vecinos non gratos, irá fagocitando a la mayoría de estos países abandonados a su suerte por la Unión Europea en aras de asegurarse el abastecimiento energético de gas y petróleo rusos.
Medidas proteccionistas: Implantación de medidas proteccionistas bajo el eufemismo de fomento del consumo de productos nacionales en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas; subvenciones a la industria agroalimentaria para la instauración de la etiqueta bio a todos sus productos manufacturados.
También se contempla el plan de renovación del obsoleto parque automovilístico mediante el desarrollo de vehículos respetuosos con el medio ambiente y una ayuda económica para incentivar la sustitución de vehículos de más de diez años (36 % de la flota actual) por nuevos utilitarios respetuosos con el medio ambiente englobados bajo la etiqueta eco , lo que supondría un ahorro anual de 50 millones de megatoneladas de CO2 , y asimismo es previsible la elevación de los parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior e imposición de medidas fitosanitarias adicionales (a raíz de la aparición de la gripe porcina) como forma encubierta de proteccionismo frente a la invasión de productos de países emergentes.
Políticas sociales: Drástica reducción del papel asistencial de papá – Estado y generalización de la precariedad laboral con salarios mínimos e interinidad vitalicia: a instancias de la Confederación Patronal Europea (CPE) y con la oposición de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el Parlamento Europeo accederá a la reforma del mercado laboral, que implicará la progresiva implantación del despido libre sin indemnización; la instauración de la jornada laboral mínima de 45 horas semanales y el retraso de la jubilación a los 65 años unido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales, congelación o drástica reducción de los mismos junto con una severa reducción de subsidios sociales: duración y cuantía de las prestaciones del desempleo; ayudas a la natalidad y pensiones de jubilación y viudedad.
Todo ello provocará la radicalización de los otrora aburguesados y sumisos sindicatos de clase y la ruptura del diálogo social con la patronal, lo que conllevará frecuentes estallidos de conflictividad laboral aunados con el extraordinario auge de los grupos antiglobalización que, utilizando técnicas de guerrilla urbana, pondrán en jaque a las fuerzas de seguridad.
Política de inmigración: En su obsesión por controlar la inmigración ilegal, y tras la creación del ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, Sarkozy estableció como prioridad para su presidencia semestral armonizar la política de inmigración de la UE, y consiguió en junio de 2008 que la Eurocámara aprobara la directiva de retorno , eufemismo bajo el que se esconde un severo recorte de los Derechos Humanos de los inmigrantes, y bautizada por Evo Morales como la directiva de la vergüenza .
La agudización de la crisis económica podría acelerar su entrada en vigor a finales de 2010 y sus efectos serán dramáticos, pues se calcula que en los veintisiete países de la Unión Europea viven entre 4 y 8 millones de inmigrantes indocumentados (de los que casi tres millones serían de países andinos pobres o golpeados por conflictos como Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Paraguay), y la aplicación de la expulsión masiva originaría serios problemas de viabilidad económica (sobre todo en Ecuador y Bolivia, cuyas remesas de inmigrantes supusieron en 2007 el 10% del PIB) y cuyo retorno anticipado podría suponer una debacle económica y social para dichos países, obligando a amplias capas de la población a vivir en umbrales de pobreza.
Por otra parte, los países de la (UE) han aprobado la tarjeta azul para atraer a trabajadores muy cualificados que entraría en vigor a mediados de 2011, lo que sin duda incrementará la salida de personal cualificado de países como Argentina, especialmente de especialistas en medicina.
Política energética: Acuciados por la elevada dependencia energética (50%), la alta volatilidad de los precios de gas y petróleo debido a factores geopolíticos, y la garantía de un aprovisionamiento seguro de energía, se servirán de los acuerdos preferenciales con Rusia y Argelia para el suministro de gas, de la reactivación de la energía nuclear (con la paulatina sustitución de obsoletas centrales por reactores de nueva generación EPR (European Pressurized water Reactor) y del extraordinario impulso de las energías renovables (primer productor mundial) con el objetivo de lograr el autoabastecimiento energético y de recursos hídricos en el horizonte de 2020.
Asimismo, procederán a la aplicación del Programa Europeo sobre el Cambio Climático en el horizonte del 2020 (el triple 20) con el compromiso de recortar las emisiones de dióxido de carbono un 20%; mejorar la eficiencia energética en otro 20%, y que el 20% de la energía que consume proceda de fuentes renovables y la reorientación del transporte de mercancías terrestres por las nuevas autopistas del mar y vías férreas de alta velocidad mediante la imposición de tasas ecológicas al transporte de mercancías por carretera y a los vehículos sin etiqueta Eco .
(Puede haber caducado)