EL PERISCOPIO
LA SOLUCIÓN ITALIANA
- En ninguna nación caben todos los que quieren quedarse, pero lo único ilegal es el hambre
Diario de Navarra, , 10-08-2009A los inmigrantes les acogimos con los brazos abiertos, pero era un saludo unilateral, ya que las extremidades superiores de los que llegaban debían permanecer dispuestas para trabajar a brazo partido. Las cosas han variado mucho en los últimos tiempos y de la interesada hospitalidad quedan sólo vestigios. Hay muy pocas ciudades donde alguien que no tenga dinero pueda considerarse ciudadano del mundo y la inmigración se ha convertido en un problema comunitario.
El Gobierno de Silvio Berlusconi ha propuesto una solución y no sería la primera vez que plagiamos “el itálico modo”. El astuto y extravagante magnate ha aprobado un decreto para legalizar la situación laboral de 300.000 “sin papeles”, ya que le basta con firmar un sólo papel. Al mismo tiempo, ha puesto en vigor una ley para expulsar a los clandestinos, que nadie sabe cuántos son.
Sólo se quedarán en “la divina península” los que desempeñen los trabajos que los nativos desdeñan: cuidar de los ancianos en pésimo uso y atender a las familias más o menos pudientes en sus hogares.
Desde siempre se ha sospechado que ser extranjero y ser viejo son cosas que guardan un gran parecido. Se es más viejo y más extranjero cuando no se es rico. Antes de convertirnos en nuestro propio cuidador y en nuestro particular ATS, necesitamos ayuda. El gran Vázquez Montalbán decía que a él sólo le interesaba el dinero para guardar el suficiente para que le limpiaran el culo con una sonrisa. Pues bien, esos dos trabajos, el higiénico y el de sonreír, son los únicos que les van a ser posible desempeñar a quienes vinieron a pasar una temporada con nosotros, ya que no comían en sus países. La verdad es que en ninguna nación caben todos los que quieran quedarse, pero lo único ilegal es el hambre.
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