El jefe no está en Cobo Calleja
El Mundo, , 09-08-2009La meca de las falsificaciones clandestinas es un hermético polígono ‘fantasma’ ubicado en el municipio de Fuenlabrada Madrid
Es de sobra conocido el recelo que guardan los chinos para revelar datos sobre su actividad o su persona. Esta actitud aumenta cuando su trabajo se desarrolla en el Polígono Cobo Calleja. Enclavado en el término municipal de Fuenlabrada, el lugar es objeto perenne de sospecha. La causa es que mueve todo un mercado clandestino: el de las falsificaciones. Además, está considerado como la Meca del todo a un euro, y se produce también la venta ilegal al por menor.
Los trabajadores de un comercio oriental tienen un horario distinto al habitual. Comienza a las 9.50 y termina a las 19.00 horas; sin descanso. Comen en el lugar de trabajo. Al ser preguntados por su actividad trasladan el marrón a un compañero arguyendo que el otro domina más el español. Así continúa el mareo hasta que alguno indica que debes acudir al jefe. Por supuesto, nunca está.
No son tiempos de bonanza. La crisis también afecta a los comercios chinos. «Viene mucha menos gente que antes», comenta una joven oriental que se hace llamar Rosalía. Es común que elijan un nombre en español aunque no sea el resultado de castellanizar el original en chino. Asimismo, los clientes gastan menos en sus compras. «Antes 500, ahora 50», señala. La situación es tal que algunos negocios han tenido que dar carpetazo y echar el cierre, dice.
La tienda Calcetines Carter, situada en la calle Murias, está enclavada en el corazón del Polígono Cobo Calleja. Una empleada, Alicia, se queja de que en esta calle hay mucho ladrón. Además, cada vez hay menos coches de Policía, denuncia. A pesar de esta declaración, las patrullas de Policía suelen transitar por las calles con cierta frecuencia. Los ladrones realizan sus hurtos a plena luz del día, sostienen. Los chinos, según declaran, mayoritariamente siguen sin denunciar los robos que sufren. Por este mismo motivo siguen siendo, lógicamente, un reclamo para los ladrones.
Hace dos meses la Policía realizó redadas en el polígono con la intención de encontrar inmigrantes sin papeles y negocios fraudulentos. «Venían todos los días a pedir la documentación», declara Ana, una española dependienta de una de las pocas tiendas que no es propiedad de orientales. Desde el Ayuntamiento no tienen constancia del cierre de ningún negocio oriental durante estas últimas actuaciones.
El Ayuntamiento de Fuenlabrada suele tramitar al año una media de dos o tres cierres de naves. Últimamente se ha procedido al cierre de una nave – cuyo propietario no es de origen chino – por incumplir la normativa urbanística, según dicen fuentes del municipio. El afectado había subdividido la nave en varios negocios distintos, cuando la normativa especifica que debe existir una actividad por nave. A pesar de la crisis, están en trámite varias licencias de apertura en el Polígono Cobo Calleja.
Según aclaran fuentes del Ayuntamiento, «las denegaciones de licencias son debidas a aspectos administrativos como falta de documentación en la mayor parte de los casos. Estas causas no son diferentes o excepcionales a las que se dan en el resto de comercios de la ciudad».
Para intentar rentabilizar el negocio, los comercios chinos han bajado los precios el pasado mes de junio. Ya no van a bajarlos más porque dicen que no tendrían beneficios. Las ventas, habitualmente, se hacen al por mayor. Con una acreditación especial, expedida por el negocio, se pueden conseguir artículos al por menor con un precio muy superior por unidad.
La gente con poca holgura económica es la más beneficiada por este tipo de establecimiento. Ángel, un cliente habitual, se queja de la persecución policial a la que son sometidos no sólo los chinos, sino también los compradores. Varias veces la autoridad le ha requisado artículos «aunque presentara la factura de compra», declara.
Iniciativas para la integración
>El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha tomado alguna iniciativa con el fin de integrar más a la comunidad china que reside en la ciudad. Prueba de ello es que el alcalde de la localidad viajó el pasado mes de octubre a China, junto a un grupo de empresarios fuenlabreños y chinos radicados en la localidad.
>Económicas. El objetivo era atraer nuevas industrias para Fuenlabrada, a la vez que abrir mercados para los empresarios oriundos del municipio.
>Culturales. Se pactaron dos nuevos proyectos. Uno de colaboración e intercambio entre la Universidad de Hangzhou, la Universidad Rey Juan Carlos y el Ayuntamiento de Fuenlabrada. El segundo es el hermanamiento con una de las ciudades visitada, para lo cual se ha creado una comisión que trabajará al respecto.
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