Caen dos redes de explotación sexual de mujeres en Lanzarote y Fuerteventura

La Brigada de Extranjería y Fronteras desarticuló dos organizaciones dedicadas a la explotación sexual de ciudadanas extranjeras en casas de citas. Los agentes detuvieron a 12 personas por delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y relativos a la prostitución, así como por incumplimiento de la Ley de Extranjería.

El Día, EL DÍA, Tenerife, 07-08-2009

La Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas, UCRIF (Unidad Contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) desarticuló dos organizaciones que se dedicaban a la explotación sexual de ciudadanas extranjeras en diferentes casas de citas de las islas de Fuerteventura y Lanzarote, tal y como informó ayer el Cuerpo Nacional de la Policía.

Como resultado de esta operación, denominada “Lanza-Fuerte”, cinco personas resultaron detenidas por cometer delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y relativos a la prostitución y siete de las mujeres , de las 30 identificadas, también fueron arrestadas por infringir la Ley de Extranjería.

Los principales encartados dirigían varias casas de citas en las localidades de Costa Teguise, Corralejo, Puerto del Rosario y La Antigua, que fueron registradas bajo la autorización de los Juzgados de Instrucción número Uno de Arrecife y de Puerto del Rosario.

En Costa Teguise, en la isla de Lanzarote, se procedió al registro de la casa de citas situada en el Centro Comercial Nautical, identificándose en el interior de dicho establecimiento a cinco mujeres de diferentes nacionalidades en actitud inequívoca de captación de clientes. Los agentes policiales procedieron a la detención, por presuntos delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y relativos a la prostitución, de la máxima responsable, la ciudadana brasileña Rita de Cassia D.N. de 37 años de edad y sin antecedentes, así como a su pareja sentimental, el ciudadano español Benedicto C.T. de 60 años y sin antecedentes. El “modus operandi” de los dos arrestados consistiría en contactar con ciudadanas extranjeras, a las cuales les habrían extendido compromisos notariales de invitación con la finalidad de que cruzaran las fronteras españolas bajo la apariencia de turistas, cuando en realidad el motivo de la entrada en España era el de ejercer la prostitución.

Los implicados se hacían cargo del pago de los billetes de avión, los cuales adquirían en una agencia de viajes de la localidad de Puerto del Carmen, cobrando posteriormente el importe de dicho billete mediante la explotación sexual de la chica extranjera; de tal manera que hasta que dicha deuda no era saldada, no podían abandonar la casa.

Los detenidos por este caso pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife, donde se celebró la prueba anticipada con una testigo protegida que había sido víctima de explotación sexual. La actuación se saldó con el ingreso en prisión de la ciudadana brasileña anteriormente mencionada.

Fuerteventura

Por otro lado, en Fuerteventura se procedió a la entrada y registro en varias casa de citas de Corralejo, Antigua y Puerto del Rosario, todas ellas dirigidas por el ciudadano grancanario afincado en la capital majorera, Pedro Carmelo P.M., de 41 años y con antecedentes por delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y malos tratos en el ámbito familiar.

El propietario de las casas de citas fue detenido junto a la ciudadana española Mercedes P.S. de 49 años de edad y sin antecedentes, así como la colombiana María Teresa H.S. de 37 años de edad y también sin antecedentes, por supuestos delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y relativos a la prostitución.

Según las averiguaciones llevadas a cabo, el citado ciudadano se dedicaba a recorrer las diferentes casas de citas de Fuerteventura como un cliente más, ofreciendo a las chicas la posibilidad de trabajar para él en los tres pisos que poseía en régimen de alquiler, sin tener en cuenta siquiera la situación irregular de las mismas en España.

Una vez que las chicas aceptaban trabajar en alguna de las casas propiedad de Pedro Carmelo, en algunos casos las obligaba a mantener relaciones sexuales con la excusa de “comprobar si eran buenas trabajando”.

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