Denuncian más, pero después «relajan» su percepción de riesgo y retiran la protección Madrid

La lucha contra la violencia de género se ha estancado en los últimos meses en un punto muy concreto del proceso. Sucede que cada vez más maltratadas acuden a la Justicia y que cada vez se piden y se conceden más órdenes de protección. Pero, una vez se ha puesto la denuncia y se han adoptado las correspondientes medidas, las mujeres se «relajan», «minimizan el riesgo» y terminan por dar una segunda oportunidad a sus agresores. Y éstos aprovechan para asesinarlas.

De esta nueva situación advertía ayer el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, que demostraba con datos lo caro que se paga perdonar al enemigo. Del análisis de las mujeres muertas en el primer semestre de este año, se detecta un aumento de las que habían denunciado previamente a su agresor (casi el 40%, frente al 27% registrado en 2008). También suben – 11 puntos – las que renunciaron a la orden de protección. El año pasado nadie pidió al juez que le retirara esta medida, pero en éste ha sido el 11% de las asesinadas.

«Hay que mantener la percepción de riesgo durante todo el proceso, nunca hay que confiar en el maltratador», insistía Lorente, durante una rueda de prensa ofrecida para dar el último parte de guerra. Ésta es la radiografía del maltrato cuando comienza su temporada alta, la época «más grave», «más dramática» y «más traumática» para las víctimas. Cada agosto hay siete homicidios frente a los cinco que se cometen, de media, el resto de los meses.

MENOS HOMICIDIOS. Entre enero y ayer se produjeron 33 homicidios machistas, cinco menos que en el mismo periodo de 2008. Andalucía es, una vez más, la región más negra. Este año hay más denuncias que otros, a un ritmo de 374 al día. Las edades del agresor y de la víctima rondan la treintena. Y crece el número de los hombres que mataron tras la separación. Por contra, desciende el de los que se suicidan después de cometer el homicidio.

MENOS EXTRANJEROS. Por primera vez en mucho tiempo, la estadística no relaciona inmigración y violencia de género. Baja el número de extranjeras asesinadas por sus parejas (en 2008 representaban el 37% y en 2009, el 26%) y desciende también la cifra de agresores no españoles (del 41% al 36%). Lorente lo atribuye al plan del Gobierno dirigido a la población foránea, «que se ha traducido en una mayor prevención».

MÁS PERCEPCIONES MACHISTAS. El balance semestral del Ministerio de Igualdad lleva de regalo un informe sobre cómo los ciudadanos perciben la violencia de género. De la encuesta on line – la primera de este tipo que realiza el Departamento – salen datos machistas: el 36% de los entrevistados piensa que, si una mujer es agredida, la culpa es suya por seguir conviviendo con el agresor; la gran mayoría opina que los hombres maltratan porque toman alcohol o drogas, tienen problemas psicológicos o son «violentos por naturaleza», y un peligroso 15% de los varones cree que «el que parece agresivo es más atractivo».

PULSERAS. A unos días de que las pulseras electrónicas lleguen a los juzgados, Lorente reveló que ningún magistrado las ha pedido aún. El 32% de los encuestados cree que no ayudarán a que bajen las agresiones.

elmundo.es

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