Dos familias de inmigrantes , rotas por la violencia, claman justicia

ABC, MARÍA ISABEL SERRANO/LUIS CANO | MADRID, 04-08-2009


AMALIA SAVIÑÓN_Madre de la menor dominicana apuñalada en Puente de Vallecas


«¡Ya está bueno de tanto asesino de menores!»


Amalia Saviñón ha cumplido su funesto deseo: enterrar a su hija María Mercedes A. S., de 12 años, en su país natal, la República Dominicana, junto al hijo, también menor, que perdió hace un par de años.


La niña, como se sabe, murió por una certera puñalada en el corazón el pasado 25 de julio en su casa de la calle Pico Cejo, del distrito de Puente de Vallecas. Ocurrió a primeras horas de la mañana de un caluroso sábado madrileño. Algunos vecinos oyeron a la critatura gritar «¡déjame, déjame!» y, a continuación, vieron salir del portal a un «hombre manchado de sangre».


Ese fulano se entregó al día siguiente, domingo, en una comisaría de Policía de Zaragoza. Hasta allí había salido huyendo porque tenía familia, pero ésta se lavó las manos. Ello, unido a que ese día su fotografía salía en los medios de comunicación de tirada nacional – incluido ABC – , terminaron por derrotarle.


Ante los agentes policiales se identificó como Larquin Rodríguez Noboa, 28 años, dominicano también, y se declaró el autor del salvaje crimen de Vallecas. Era medio novio – medio amigo de una de las tías de la víctima y llevaba alquilado en casa de María Mercedes y de su madre una semana antes de la tragedia.


Según el auto judicial, Larquin había consumido drogas y alcohol la noche antes del crimen. Hoy sigue en la cárcel de Zuera, en Zaragoza, a la espera de ser trasladado a Madrid y del juicio.


Allí, en la República Dominicana, Amalia, la madre de la menor muerta, ha declarado: «Ya está bueno de tanto asesinato de menores. Sólo quiero justicia. Que no haya benevolencia de ninguna clase. Confío en que el culpable reciba la pena máxima», informa Efe.


La madre viajó el pasado sábado a su país junto con sus dos hermanas, que también viven en Madrid, en un vuelo de Air Europa. Los pasajes se tramitaron a través del Consulado, la Comunidad de Madrid y Cruz Roja.


Dos horas antes, en un vuelo de Iberia, partía hacia la República Dominicana el féretro con el cuerpo de María Mercedes. En el aeropuerto de Las Américas esperaban familiares y autoridades del país. También de la funeraria «La Altagracia», que trasladó el ataúd hasta el cementeriode Bonao, en la provincia de Monseñor Nouel, 90 kilómetros al norte de Santo Domingo, donde recibió sepultura.


Amalia Saviñón afirmó que tiene «mucha confianza y mucha fe» en la justicia española. También aseguró que había sido tratada con mucho cariño en Madrid, tras la trágica pérdida de su niña, tanto por parte del Consulado de su país como de las autoridades madrileñas.

RODRIGO CEVALLOS _ Padre del joven militar degollado en Chamberí


«Que cierren la discoteca; solo ocurren cosas malas»

Los sollozos de Rodrigo Cevallos apenas le permitían balbucir sus lamentos por la muerte de su hijo, el militar degollado por defender a su hermana. No dormía tranquilo cada noche que alguien de su familia acudía a la discoteca donde finalmente, a la salida, se truncó la vida de su vástago el pasado domingo. En el Aqua Barra, un local de ambiente latino de Chamberí, no son raros los altercados. «Que cierren esa discoteca. Allí siempre ocurren cosas malas», acertó a decir el padre buscando entereza de donde ya no queda.

Stefanie, hermana del fallecido, apenas podía caminar ayer. La joven, de 19 años, acompañaba a Norman junto a tres amigos el funesto día. Ella recibió el comentario zafio que su hermano no se resistió a recriminar. Le pagaron con tres cuchilladas, una de ellas mortal en el cuello. Stefanie sufrió heridas en la pierna tras ser empujada, por los agresores de su hermano, a la zanja de unas obras de Cea Bermúdez.

La hermana del militar reconoce que vieron a sus agresores en el interior de la discoteca, pero asegura que nunca antes se habían encontrado con ellos ni conocían su catadura. «Si hubieramos sabido que eran peligrosos, mi hermano nunca se habría enfrentado a ellos».

Un detenido

Uno de «ellos» es un ecuatoriano apodado «El Muñeco», de 22 años, con antecedentes por robo con fuerza, agresión sexual, y otros dos por robo con violencia e intimidación. Está detenido desde el domingo y pasará a disposición policial mañana o pasado.

El otro es un dominicano corpulento. Comenzó la pelea hasta que los amigos de Norman consiguieron separarles. Después, volverían junto a una decena de compañeros para acuchillar al militar. El grupo salió corriendo con dirección a Moncloa. Mientras, Norman se desangraba ante la impotencia de sus amigos. El Grupo VI de homicidios de la Policía Nacional investiga el caso.

«Mi hijo era un chico sano, un militar. No pertenecía a ninguna banda ni tenía antecedentes policiales». El padre de Norman piensa que la identificación de la pelea, por parte de los vecinos, con una guerra de bandas jugó en contra de su hijo. «La gente tendría que haber sido más cautelosa y haber llamado cuando vieron la reyerta».

«Norman era demasiado bueno. Me han llamado de su brigada y me han dicho que era uno de los mejores», recordaba su padre con orgullo. Una delegación del Ejército asistirá al velatorio en el hospital militar Gómez Ulla. La madre, Cecilia, con un hilo de voz, habla de Norman en presente: «Mi hijo es un chico bueno, respetuoso. Lo más grande de mi vida».

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