LA CARA B | benito blanco

«Emigré por espíritu aventurero»

La Voz de Galicia, Por Nacho Mirás Fole | nacho.miras@lavoz.es, 03-08-2009

Empezó lavando copas y llegó a ser uno de los magnates del oro negro; un libro escrito por Mariana Vicat narra su epopeya, de Lalín a Buenos Aires

Empezó lavando copas y llegó a ser uno de los magnates del oro negro; un libro escrito por Mariana Vicat narra su epopeya, de Lalín a Buenos Aires

Benito Blanco Álvarez (Alfonselle, Lalín, 1931) puso rumbo a Argentina en 1952 y echó raíces. Empezó mojándose las manos lavando platos y acabó chorreado de oro negro; no en vano es considerado allá el rey del petróleo.

- Emigrar seguramente fue la decisión más dura de su vida…

- No crea. Yo no emigré por necesidad, como más del 95% de los gallegos. Lo hice por aventura, por probar suerte, por espíritu aventurero. Y no me puedo quejar; dentro de todo, me fue bastante bien.

- ¿La llegada a un nuevo país siempre es lo más duro?

- Sí, pero me fue fácil adaptarme. Para los españoles y los gallegos, la gran ventaja es que hablamos el mismo idioma, son las mismas costumbres. Los argentinos son gente muy noble, muy cariñosa, con modales muy similares a los españoles. Jamás me sentí extranjero en Argentina.

- ¿Partió con la idea de volver?

- A estas alturas del partido ya no tengo ilusión de venir a realizarme definitivamente a Galicia. Llevo muchos años, estoy muy acostumbrado a aquello. Piense que son 57 años, los mejores de mi vida.

- Pero allá es gallego, y aquí, argentino…

- Sí, efectivamente. Allí están mis tres hijos y siete nietos.

- Muchas vueltas tuvo que dar la vida para que, de lavar platos, acabara usted siendo el rey del petróleo de Argentina…

- Empecé lavando copas. En el libro que acabamos de presentar sobre mi vida está todo explicado. No se me caían los anillos. Yo no tengo estudios, conseguí llegar a ser un empresario medianamente importante porque tuve la suerte de constituir empresas de mucho protagonismo. Aquí, en Galicia, fundé junto con Florencio Aldrey Polipropileno Galicia. Hemos abastecido a España en un 40%, importando vía Alemania. Hoy, Polipropileno es la número uno de Europa, y yo tengo el honor de haber sido el fundador.

- ¿Qué papel juega la suerte en que un lavaplatos acabe siendo un empresario en la cumbre?

- Yo diría que es el destino de cada uno. Supongo que es la suerte que Dios me dio, el instinto… Heredé esa inteligencia natural de mi finada mamá, que no sabía leer ni escribir pero que sacaba las cuentas como cualquier técnico con estudios. Llegué a manejar hasta 53 ingenieros químicos con una plantilla de 42 de ellos fijos, cuando tenía la empresa petrolera.

- ¿Cómo está Argentina?

- No anda bien. Lamentablemente, los Gobiernos no andan bien, hay malos políticos.

- Los políticos no dejan de ser el pueblo representado…

- Pero el argentino es tan noble que yo creo que es fácil de manejar. Y cuando hay políticos hábiles, sin escrúpulos, lo manejan a su manera, y ellos se dejan llevar.

- ¿Y qué tal le va a la comunidad gallega allá?

- Diríamos que la mayoría no están en una situación muy buena. Muchos viven de la jubilación, y es muy baja, no les alcanza para nada. Muchos dependen de la ayuda que da España a los necesitados. Si no tienen hijos que los apoyen, viven mal.

- En Galicia no falta quien considere, sin embargo, que se ayuda demasiado a los emigrantes, siempre hay críticos…

- Sí, pero el emigrante gallego hizo mucho por Galicia. Cuando los tiempos eran buenos en Argentina y no tanto en Galicia, doy fe, yo mismo fui uno de los que aportó muchísimo para Galicia. Creé muchas fuentes de trabajo allá e hice inversiones importantes aquí.

- Y da la impresión de que la historia se repite: uno lee los periódicos y se da cuenta de que los gallegos vuelven a emigrar…

- Yo creo que Galicia está gozando de una buena economía dentro de la crisis mundial que hay, no la veo tan mal. La gente es muy emprendedora, la comunidad tuvo un empuje muy grande de la década de los sesenta en adelante, y sobre todo en los ochenta y noventa.

- ¿De verdad ya no le tienta eso de venirse para quemar aquí los últimos cartuchos?

- No. En Argentina siempre he sido muy querido y muy respetado, me consideran un buen colaborador para la colectividad, y así me gustaría ser recordado.

- Tengo la impresión de que la inmigración que llega a España lo tiene mucho más difícil que los gallegos que emigraron hace cincuenta años…

- No son los mismos tiempos, pero es posible prosperar.

- De todo lo que ha hecho, ¿con qué se queda?

- Cuando te manchas las manos con petróleo se te inyecta un optimismo que te da ganas de trabajar con más ilusión. El petróleo es lo que me ha dado más satisfacciones, y también disgustos.

- ¿Le preocupa el planeta que le queda a sus nietos?

- Sí, me preocupa, no sería sincero si dijera lo contrario. Todos tenemos que poner de nuestra parte.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)