Tensa espera en Iztieta
Los vecinos del barrio de Errenteria que salieron a la calle a principios de julio para exigir más seguridad volvieron a reunirse ayer con caras de preocupación. Exigen medidas, y el Consistorio les pide calma
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 30-07-2009lAS aguas siguen bajando revueltas en el barrio de Iztieta. El desencuentro entre los vecinos y el Ayuntamiento de Errenteria parece aumentar cada día que pasa. Las movilizaciones que se vivieron en este barrio a comienzos de mes, reclamando una mayor seguridad debido a la escalada de delitos, concluyeron con el compromiso del Consistorio de dotar a la zona de una mayor presencia policial. Los vecinos también se dieron una tregua hasta septiembre. Tres semanas después, ninguna de las partes cumple la literalidad de lo prometido.
La plataforma Gurekin, que aglutina a los habitantes del barrio, ponía el grito en el cielo esta semana. A su entender, el Consistorio no está actuando como dijo hacerlo y se dedica a “desviar la atención, dejando pasar el tiempo”. Los vecinos volvieron a reunirse ayer para recabar información sobre el devenir de las últimas semanas.
El problema no es nuevo. El 9 de julio protagonizaron una multitudinaria manifestación para reclamar que la seguridad vuelva a las calles del barrio, pero observan que el paisaje vuelve a ser el de antes. “Estamos igual que hace dos meses. El tráfico de drogas sigue presente, y la gente está asustada. La respuesta policial fue importante la primera semana pero la tensión se ha relajado”, confiesa Miguel Harina, vicepresidente de la asociación vecinal.
El Ayuntamiento se comprometió a reforzar “de inmediato” la presencia de la Ertzaintza, además de mantener una patrulla de la Guardia Municipal “con carácter permanente” durante el día y la tarde, creando otro servicio de madrugada.
Los vecinos ven que no es así, y no han querido respetar el plazo establecido denunciando de nuevo esta situación “antes de que sea demasiado tarde”. En cuanto apareció la noticia el martes, el Consistorio de Errenteria se puso en contacto con el servicio técnico de mediación del Gobierno Vasco que está trabajando en el barrio para contrastar opiniones y evaluar la situación.
La lectura que hacen es bien distinta. “Se percibe una mayor actividad policial”, aseguran a este periódico, aunque con matices, fuentes municipales. Así, admiten que las fiestas de Madalenas desbarataron el propósito de mantener la misma presencia de los agentes que suscribieron, y que será preciso aguardar hasta septiembre para sacar conclusiones. “De aquí en adelante tendremos menos recursos por las vacaciones de agosto, por lo que hace falta tiempo para valorar las medidas que se están tomando”, explican las mismas fuentes. El Ayuntamiento insiste en que mantiene el compromiso, pero que hasta que el servicio de mediación no concluya el diagnóstico de la situación, recabando información de todos los habitantes del barrio, no se puede concretar nada.
Búsqueda de soluciones
“Un ejercicio de cinismo”
Pese a las buenas intenciones, para el vicepresidente de esta asociación vecinal lo que está ocurriendo estos días es “un ejercicio de cinismo” porque, a pesar del mensaje del alcalde, “no ha tomado ninguna medida concreta”. Los habitantes del barrio no se oponen al servicio técnico de mediación dependiente de la Dirección de Inmigración del Gobierno Vasco que se ha puesto a disposición del barrio. Pero creen que es errar el tiro. “Puede ser interesante, pero no es el momento”, sostiene Harina, que ha solicitado en reiteradas ocasiones una reunión con el alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino (PSE-EE), sin obtener una respuesta favorable. “Creemos que está escurriendo el bulto”, sospechaban los vecinos.
Fuetes municipales consultadas confiesan que nada más lejos de la realidad. Aseguran que su modo de actuar sigue al dictado las recomendaciones que vienen dadas por los expertos del servicio de mediación, cuyas directrices han sido trasladadas por carta también a los vecinos. “Estamos ante un proceso reglado y muy estricto. Los mediadores nos señalan que no tenemos que intervenir activamente y sólo cuando ya estén definidos los grupos de trabajo saldremos a la luz”, reconocen.
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