"Se han ocultado textos islámicos tradicionales para justificar una estructura patriarcal y machista"
Diario de noticias de Alava, , 29-07-2009Ndeye Andújar, directora de Webislam, primer portal islámico en castellano, es cofundadora y vicepresidenta de la Junta Islámica Catalana y ha participado en diversas jornadas sobre el islam y los 30 años de revolución de Irán.
¿Hablar del feminismo islámico desde Europa no es un discurso demasiado fácil? Pocas mujeres occidentales estarían dispuestas a vivir en países islámicos…
He vivido en Senegal y por supuesto que te tienes que adaptar a una serie de cuestiones culturales, como me ocurrió cuando me mudé a Francia. En Senegal viví un islam de la calle, no era intelectual ni político. Allí hay muchas cofradías sufis. Lo que más me sorprendió era la naturalidad con la que se vivía el islam, con una gran tolerancia, y es que en sociedades donde hay problemas económicos, la gente se ayuda mucho. De hecho, el deber de acogida es una obligación en el islam.
¿El término feminismo es compatible con cualquier religión?
Hay movimientos de feministas católicas en España que reivindican poder dirigir una misa por ejemplo. Hay que romper el estereotipo de que sólo se puede ser feminista si se es laica. Hay judías, católicas, musulmanas… El feminismo islámico forma parte del feminismo universal. El sufragio universal lo reivindicaron feministas católicas, por ejemplo.
Musulmana, catalana y no lleva velo.
Soy musulmana pero en la vida diaria no me presento como tal. Prefiero no llevar velo porque no me gusta que me reduzcan sólo por mi aspecto religioso. Prefiero pasar desapercibida y, además, en ciertos contextos puede ser hasta contraproducente, porque puede producir el efecto contrario. En Senegal me ponía el velo en la calle porque era lo habitual y era una manera de manifestar mi respeto por esa cultura.
Aquí la polémica sobre la validación del velo islámico en las escuelas públicas parece haber quedado a potestad de los centros…
Si se decide que ningún signo religioso tenga cabida en el espacio público, entonces las monjas tampoco tendrían acceso… Ahora bien, distingo entre un signo religioso fijo y otro móvil. Por ejemplo, en un edificio público lo lógico es que no se haga proselitismo, que no haya una cruz colgada, etc. Pero otra cosa es lo que hagan los ciudadanos. Una cruz colgada o un velo significan libertad religiosa para poder expresarse sin ofender a nadie.
Que una mujer tenga que cubrirse, ¿no significa en el fondo un pudor, un no enseñarse socialmente, algo que no se exige a los hombres?
Es una opción personal. Depende de la importancia y del significado que se dé al velo. Es como llevar una minifalda, es muy simplificador identificar el velo con una separación de sexos. En Francia, por ejemplo, hay movimientos de jóvenes que se lo ponen como quien lleva un cartel anunciando que quiere casarse, y es un código entre jóvenes. Hay quienes se lo han puesto a partir de la ley que prohibe llevarlo en las escuelas como reacción contestataria. Hay quien cree que es más pudorosa así. Pero lo importante es la no imposición. Hay mujeres que lo llevan contra la opinión de los maridos que no quieren que la sociedad les estigmatice. La solución es tener libertad.
Reivindica la lucha del feminismo islámico desde Occidente como motor de cambio de lo que denomina la Alianza de las Civilizaciones…
Sí, creo que es uno de los puntos clave de la integración y de la normalización del islam en Europa, ya que uno de los temas por donde se ataca al islam es la mujer, además del terrorismo. Todo aquello que gira en torno a la familia y el derecho familiar tiene repercusión dependiendo de qué lecturas se hagan del islam. Si hay colectivos minoritarios que obligan a las niñas a casarse con el primo del pueblo cuando están de vacaciones o que justifican las mutilaciones genitales en nombre de la religión, el feminismo islámico en Europa tiene algo que decir para convencer de que esas prácticas no forman parte del islam. Son tradiciones culturales pero no islámicas.
¿Qué está ocurriendo en España entre las nuevas generaciones?
En España hay mucha inmigración femenina y ahora tienen otras preocupaciones como encontrar trabajo, alojamiento, papeles, etc. Sin embargo, la siguiente generación, gente joven que irá a la universidad y que son españoles musulmanes, se van a plantear toda una serie de cuestiones, y una de las claves del feminismo islámico es que permitirá no oponer religión a identidad nacional.
Se asocia inmigración con religión y a musulmana con relación misógina.
El problema que tenemos en España es que se vincula islam con inmigración y no se puede simplificar. Dentro de la inmigración hay ateos, judíos, entre otros. Incluso a veces resulta paradójico que chicas francesas que se van de viaje al pueblo de los padres o abuelos, por ejemplo a Túnez, y se encuentran que las chicas de allí les preguntan la razón de por qué llevan velo. Es decir, están haciendo una lectura del islam más cerrada en Francia que en algunos países de mayoría musulmana donde, por otro lado, hay una gran diversidad. Al igual que hay gente que lucha por la igualdad de género en estos países de mayoría musulmana.
¿Es una forma de rechazo al modelo occidental de mujer moderna?
Hay que preguntarse por qué las nuevas generaciones de países europeos están haciendo una lectura hacia atrás en esa evolución y se esconden detrás de la religión para buscar una identidad que no se les acepta. En eso, todos somos responsables.
¿Con el terrorismo ha ocurrido algo similar?
Es un tema más complicado. Muchos de estos jóvenes que luego en países occidentales se han vuelto radicales ni siquiera eran practicantes del Islam, no eran religiosos. Otra cosa diferente es que no encontraran su lugar en la sociedad.
¿Hay mujeres que blindan sus costumbres, también las que le perjudican, creyendo que así conservan mejor sus esencias culturales?
Una vez di una charla en un colegio del Raval de Barcelona, donde hay muchos paquistaníes, para hablar de feminismo islámico a niños de ocho años. Las niñas no hacían gimnasia y decían que no se podían ir de excursión porque el Corán lo prohibía. En realidad, no tenían ni idea de islam y recitaban oraciones sin conocer su significado. Las niñas decían que las mujeres no podían ir a las mezquitas: Era la primera noticia que tenía , les dije, porque en los países de mayoría musulmana las mujeres acuden a las mezquitas. Las niñas no iban los viernes, sino los domingos, porque decían que estaba prohibido.
¿Por qué?
Al no haber espacio suficiente, sólo para los hombres era obligatorio acudir a la mezquita los viernes, pero esa realidad en Catalunya se ha convertido al cabo de los años en otra idea: el islam dice que las mujeres tienen prohibido el acceso a la mezquita cuando hay hombres… Lo mejor es la educación, leer el Corán, porque hay musulmanes que llegan aquí sin ni siquiera haberlo leído.
¿Hay países donde las mujeres van a las mezquitas?
Sí, en los países de mayoría musulmana. La primera vez que fui a una mezquita fue en Senegal, y en Catalunya nunca he podido entrar en ninguna. Y en ningún país de mayoría musulmana se obliga a ninguna mujer a llevar el velo.
Pero hay estados islamistas que imponen normas excluyentes.
Hay lecturas radicales del islam para justificar el poder. Son todas las dictaduras que se sustentan con todo un cuerpo de ulemas y de sabios que dicen que eso es así.
¿Qué opina del fundamentalismo islámico?
Somos los enemigos número uno del fundamentalismo islámico. En países de mayoría musulmana es fácil desacreditar el feminismo laico occidental porque se les acusa de colonialismo, invasión e imperialismo. ¿Pero qué ocurre si la voz viene desde dentro y hablamos de los versículos del Corán? Ha habido una selección de los propios textos islámicos para corroborar esa estructura patriarcal, y se han ocultado otros…
¿Es optimista con el futuro?
El hecho de que haya tanta lectura ultra conservadora es un síntoma de que justamente el feminismo islámico es imparable. Si no hubiera reacción, no sería efectivo. En Irán, hay un 60% de mujeres universitarias y tienen una capacidad de reflexión que no tiene una mujer analfabeta y cargada de hijos. Mujeres que entran en el mundo laboral y con independencia económica. Además, el feminismo islámico va más allá que una cuestión de género. Es una reivindicación de una sociedad democrática, de justicia social.
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