Apuñala más de 20 veces a su hija en Portugalete tras llegar a casa ebrio
los hermanosdefendieron a la víctima, que está viva Los vecinos del piso de al lado acogieron a la herida y cerraron la puerta al ver que su padre aún la seguía
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 29-07-2009portugalete. La joven de 20 años que casi resultó asesinada en la medianoche de ayer a manos de su propio padre en Portugalete contó que él estaba borracho. Éste fue el único detalle que pudo darles a Mari Carmen Quintela y José Antonio Canales, los vecinos que la socorrieron y la acogieron en su casa hasta que llegó la ambulancia y la Ertzaintza. En el cuerpo llevaba más de 20 puñaladas, 26 según un hombre que escuchó hablar a un ertzaina, pero por suerte sobrevivió al brutal ataque y se encuentra estable en la unidad de reanimación del Hospital de Cruces.
En la calle Ruperto Medina, los vecinos estaban conmocionados y todos coincidieron en describir a la joven como una mujer tímida, educada, alta, delgada y guapa. La familia es magrebí. Desde hacía aproximadamente un año vivía en el número 9 de esta calle, en el bajo derecha, junto con su hermana, su hermano y su padre. Era la mayor de los tres hijos. Algún vecino aseguró que el padre había perdido el empleo recientemente. Otros sugirieron que ella se había echado novio, aunque nadie la ha visto con un chico que no fuera de su familia.
Fueron sus hermanos quienes la defendieron de una muerte segura a manos de su padre. “Nos tocaron a la puerta, ella venía sangrando y estaba muy mal, el padre venía detrás, con la ropa ensangrentada, y yo cerré la puerta. Le impedí el paso. Tengo una niña pequeña y sólo pensaba en ella”, explicó Quintela. En la entrada de su casa tumbó a la joven e intentó pararle las hemorragias aplicándole varias toallas en el pecho. “Tenía puñaladas en todo el torso y en los brazos”, recuerda todavía impresionada.
“Se tiró al suelo y nos pidió ayuda. Sangraba mucho y también me pidió que la cogiera de la mano. La hermana tenía un corte en los dedos y el hermano estaba lleno de golpes porque se había caído por las escaleras”. Al parecer, todos intentaron detener al padre, de 43 años, y en esa lucha familiar terminaron con diversas heridas leves. La joven se encuentra estable dentro de la gravedad, informó el hospital de Cruces. Fue intervenida quirúrgicamente de diversos navajazos y un neumotórax.
tentativa de homicidio Dos unidades de la Ertzaintza se presentaron inmediatamente y detuvieron al padre en el mismo edificio. La Policía le decomisó una navaja que llevaba en el bolsillo, con la que probablemente apuñaló a su hija. No era de grandes dimensiones, por eso afortunadamente las heridas no fueron muy profundas. El padre de la víctima fue detenido por un delito de homicidio en grado de tentativa y dos delitos por lesiones (a sus otros dos hijos).
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