DV. El 6,45% de la ciudadanía donostiarra empadronada es inmigrante. El porcentaje es ligeramente superior al 5,80% del 2008, año en el que el incremento fue del 16% respecto al ejercicio anterior. El incremento es ahora sostenido. El total de población de la ciudad es de 185.369 personas, de las que 8.592 pertenecen a países no comunitarios. Un 4,64% del total, y 3.363 más a estados europeos, un 1,81%.

Todos los países comunitarios cuentan con población que vive en Donostia, que sigue siendo la capital vasca con menos inmigración y que sigue lejos de porcentajes de otras localidades que superan el 11,3%, la media española.

Los colectivos más numerosos son rumanos y portugueses, seguidos de italianos y franceses. En la cola aparecen tres húngaros, cinco letones y tres lituanos. Hay también otros colectivos pequeños como los que configuran las cuatro mujeres y cuatro hombres procedentes de Finlandia, once daneses y once eslovacos.

La concejala de Innovación y Presencia, Marisol Garmendia, precisa que estos datos proceden del padrón, es decir, que cada una de estas personas inmigrantes. sean o no comunitarios, se encuentran en una situación legal y estable dentro de la ciudad, ya que están empadronados y, por tanto, acreditan una residencia fija. Sean uno de los 371 ciudadanos pertenecientes al Reino Unido o uno de los siete que llegaron de Grecia.

Respecto a los no comunitarios la variedad de origen es amplia. La tendencia se mantiene en cuanto a los colectivos más amplios, Ecuador, con unas 1.229 personas empadronadas en la ciudad y Colombia, con 1.015. Los marroquís que figuran en el padrón son 553, prácticamente el mismo número Honduras, ligeramente superior al de Bolivia o Argentina o al de Nicaragua.

«El idioma es algo que favorece la elección de destino», afirma Garmendia, en relación al importante colectivo de latinos entre los que también aparecen mexicanos, chilenos, uruguayos y venezolanos.

Imposible saber, sin embargo, qué atrajo hasta la ciudad en la que vive y está empadronada a la mujer keniata que es la única representante de este país africano. O a otra mujer, nepalí en este caso. Otro país, Siria, cuenta también con un único inmigrante empadronado en San Sebastián, en este caso un hombre, mientras que apenas hay cinco noruegos, tres hindús, un hombre de Bangla Desh, siete egipcios y ocho azerbaianos.

Por lejanía, llama la atención la pequeña colonia de catorce australianos, las dos mujeres y un hombre de Nueva Zelanda o los 45 japoneses y 51 filipinos, 41 de ellos mujeres.

Más allá del ligero incremento de inmigrantes registrado este año, la tendencia en cuanto al origen se mantiene, como lo demuestra el número de latinos, aunque sigue ascendiendo el de rumanos. No se trata, se ha advertido en numerosas ocasiones, de las gentes de este país que llegan a pasar algunos meses en la ciudad y que recorren Europa, ya que éstos no se empadronan.

Y es que quienes figuran como vecinos de la ciudad cuentan con un domicilio fijo que es el que deben acreditar, junto a su pasaporte, para poder figurar en ese listado de más de 185.000 personas.

Algún dato más para curiosos. Los chinos suponen 330 donostiarras, hay siete iranís y un iraquí, una mujer de Madagascar y un hombre de Malasia, 226 de Cuba de los que 98 son hombres y ocho personas de Burkina Faso.