gasteiz. Los centros de internamiento para menores del Gobierno vasco se encuentran al 90% de su capacidad. Los servicios acogen a 54 chicos, aunque desde el Ejecutivo se insiste en que “nunca” se han llegado a ocupar todas las plazas. Según los últimos estudios, de hecho, la tasa de reincidencia de los jóvenes que cometen un delito sigue una tendencia a la baja, para situarse en torno a un 10%. Un 17% si se contabiliza también a los menores que cometen otra infracción tras llegar a la mayoría de edad. La actividad en los juzgados de menores vascos, además, se mantiene estable: 3.813 asuntos en 2006, 3.994 en 2007 y 3.877 en 2008.

El Gobierno vasco esgrimió ayer estas cifras para demostrar la eficacia de los programas educativos y descartar la necesidad de endurecer la Ley del Menor para evitar estos delitos. El Ejecutivo salió así al paso de las críticas vertidas en las últimas semanas por los sucesos acontecidos en Azpeitia, donde el Consistorio denunció que dos menores acogidos en el centro de Deba – un servicio para chicos extranjeros tutelado por la Diputación – habían causado destrozos en 15 coches y caravanas. Para el municipio fue la gota que colmó el vaso, después de un largo historial de robos, agresiones y otros altercados. Además, el endurecimiento de la Ley del Menor es un tema que marca estos días la agenda política del Estado tras las violaciones a dos niñas en Córdoba y Huelva.

El viceconsejero de Justicia, José Manuel Finez, reconoció ayer su preocupación por hechos como el de Azpeitia y el “miedo” que han generado entre los ciudadanos pero, con insistencia, subrayó que se trata de un altercado “puntual”: “Esto ocurre muchos días en las grandes ciudades de Euskadi”, apuntó, a la par que pidió que se rebaje la alarma social porque las tasas de delincuencia juvenil en Euskadi son “muy, muy, muy bajas” y que no hay evidencia de que haya habido un repunte en las estadísticas.

Esta situación ha reabierto el debate en torno a la efectividad de las actuaciones con los menores. Sin embargo, Finez descartó que la solución pase por “agravar las penas o rebajar la edad penal, porque hablamos de niños y de adolescentes que necesitan el adecuado tratamiento educativo y ambiental”. Además, subrayó que la efectividad de este tipo de medidas educativas es “real y efectiva”. Eso sí, destacó que es necesario mantener estos programas a pesar de que los jóvenes abandonen los centros: “Si todos nos hubiésemos preocupado antes de la debida atención, seguimiento y programación educativa de estos menores, posiblemente algunos de ellos no hubieran abandonado el centro de Deba o cualquier otro”.

El viceconsejero también recalcó que "llama la atención que haya mejores que prefieran estar en centros de reforma – gestionados por Lakua – que en los de tutela – con las diputaciones al frente – ". Pese a todo, matizó que éste “es un problema de todas las instituciones”.

perfil habitual Nueve de cada diez son varones, la mayoría ha cometido un robo y en torno al 74% ha nacido en Euskadi. Éste es el perfil más habitual entre los jóvenes que comete un delito en Euskadi, unas cifras que desmontan la típica asociación entre infracciones e inmigración.

Este perfil se ha confeccionado a través del estudio Evaluación de la intervención educativa y análisis de la reincidencia en la Justicia de Menores en la CAV. Sus autores, César San Juan y Estefanía Ocáriz, lo han confeccionado con un seguimiento, entre 2003 y 2007, a 300 jóvenes que cometen un delito y afrontan, por primera vez, una medida educativa.

la frase

“Hay menores que prefieren estar en centros de reforma que en los de tutela”

josé manuel finez

Viceconsejero de Justicia