En Mauritania siguen preparados tres cayucos para iniciar su salida hacia Canarias “cuando baje un poco la presión policial internacional que ha estado presente durante las últimas semanas, debido a las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado sábado”, tal y como manifestaron a EL DÍA observadores internacionales en ese país africano.

Las mismas fuentes precisaron que, al parecer, los organizadores del “negocio” quieren evitar que el mundo occidental “ponga los ojos en ellos” y van a esperar a que se vayan marchando los agentes españoles o franceses que se han visto en las últimas semanas por allí.

Una vez que haya vía libre, los cayucos intentarán echarse a la mar rumbo a Canarias. Según las previsiones, cada una de las embarcaciones podría tranportar a unas 70 personas.

Respecto a la cuestión electoral llevada a cabo en Mauritania, las mismas fuentes pusieron de manifiesto que a la mayoría de la población “sólo le importa estar en paz y comer”.

Repatriación de menores

España y Senegal dieron “un paso más” en la negociación para lograr un acuerdo que regulará la repatriación de los menores no acompañados que llegan a las Islas en cayuco.

Esta es una antigua reivindicación de Canarias, pero debe ser responsabilidad de Gobierno central llevar a cabo esos acuerdos.

En el reciente viaje realizado a Senegal y Mali, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó que el acuerdo que se pretende llevar a cabo con algunos países africanos para repatriar a sus menores es “muy complicado, porque implica a muchos ministerios”, de modo que se debe abordar con “exquisita delicadeza” y que obliga a “preservar el proceso educativo y la integración social” de los menores.

El ministro indicó que cada vez son más los cayucos que llegan a las costas españolas con menores a los que se acoge en centros especiales hasta que cumplen los 18 años.

Rubalcaba precisó que España acoge a unos 5.000 menores no acompañados y señaló que la mayoría se encuentran en centros de Andalucía.

En la actualidad, el Gobierno canario tutelar a unos 1.500.

El ministro reconoció que los procesos de repatriación “son muy duros”, pero subrayó que con los menores “hay que hacer lo mismo que con la inmigración en general: enviar un mensaje a las mafias de que no engañen a los menores y sus familias”. En su opinión, “ese mensaje disuasorio ha sido muy exitoso con los adultos aquí y ahora queremos hacerlo llegar a los familiares de los menores”.

Rubalcaba se mostró convencido de que el descenso de cayucos que está llegando a España se debe a la efectividad de la colaboración con los países de la costa africana y no a la crisis económica, ya que “la diferencia de bienestar entre los países es mayor con crisis que sin crisis, y por lo tanto no podemos bajar la guardia”.